Soria le para los pies en el juzgado a la deslenguada juez de Podemos
El ministro no se ha andado con chiquitas ante las acusaciones de Victoria Rosell sobre una presunta filtración y un uso torticero de la Fiscalía.
El abogado del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha presentado este viernes en los juzgados de Plaza de Castilla una querella por un delito de injurias y calumnias contra la candidata de Podemos por Las Palmas y juez en excedencia, Victoria Rosell, por acusarle de "manipular" e "instrumentalizar" a la Fiscalía para perjudicarle en la contienda electoral, algo que considera "especialmente execrable" y contrario al sistema democrático.
En la querella, el titular de Industria solicita al juzgado que interrogue a Rosell en calidad de investigada y a la fiscal delegada de Delitos Económicos de Las Palmas de Gran Canaria Evangelina Ríos como testigo, por lesionar su dignidad pues "una campaña electoral no implica una patente de corso para la difamación".
El abogado de Soria, el catedrático de Derecho Procesal Nicolás González-Cuellar, considera "el colmo" que una magistrada conocedora de los principios constitucionales haya atribuido a Soria una conducta que implicaría un "abuso de poder" y un comportamiento "prevaricador", al tiempo que critica que Rosell le haya "vituperado" como "cortina de humo" para desviar la atención de la investigación abierta en su contra por el Ministerio Público.
Rosell acusó este jueves al ministro de "utilizar las instituciones" y estar "detrás" de la situación en la que se encuentra. La Fiscalía le investiga por favorecer al empresario Miguel Ángel Ramírez, presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, con el que la pareja de la magistrada, el periodista Carlos Sosa, negociaba la compra de una emisora de radio.
La actitud del partido morado contrasta con la que algunos de sus representantes llevaban a cabo tiempo atrás, cuando solicitaban dimisiones a políticos por sus vinculaciones familiares. Ahora los dirigentes podemitas prefieren presentarse como víctimas del "fango" pero no aplicarse lo que reclamaban a otros.