El PP llama a la movilización el 13F para pinchar el globo de Sánchez
PSOE y Podemos venden un optimismo que las últimas encuestas publicadas no respaldan y desde el PP apuestan por neutralizar a las pequeñas formaciones que darían paso a otro 'Frankenstein'.
El PP en Castilla y León está desplegando todas sus armas para que Alfonso Fernández Mañueco vuelva a ser presidente de la Junta. Y es que las opciones son claras, o un PP fuerte que consiga los suficientes votos para poder gobernar o dejar a la región en manos de una amalgama de partidos, encabezados por el PSOE, que harían imposible una gestión diligente.
Por ello, desde las filas populares han hecho un llamamiento a la participación, a que los castellanoleoneses acudan a las urnas el próximo domingo y lo hagan para lograr una "concentración de esfuerzos" en torno a su candidatura para lograr un gobierno "fuerte y estable" en la Junta que no se traduzca en una "réplica" de la "debilidad" del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
"Si hay fragmentación en el centro y en la derecha, se corre el riesgo" de que el PSOE haga un gobierno de similares características, apoyado en Unidas Podemos y partidos provinciales y locales, en Castilla y León, ha sostenido Mañueco en una entrevista con la Cadena COPE.
Preguntado por un posible pacto con Vox, Mañueco ha manifestado que ahora toca "participar y votar". "Después del domingo 13", en función de los resultados, "hablaremos" con quien lo considere, ha sostenido el candidato, para agregar que "nunca" desde el PP de Castilla y León "se ha atacado a Vox, nunca".
El proyecto del PP: "Menos impuestos y más empleo, apoya a las familias e impulsa la natalidad, lucha contra la despoblación, gestiona eficaz los servicios públicos y apuesta por generar oportunidades para los jóvenes"
Aun así, Mañueco ha defendido que el PP es el "único partido" con una "experiencia dilatada en el gobierno", la única formación, a su juicio, "con un proyecto de futuro e ilusión" que aplica "menos impuestos y más empleo, apoya a las familias e impulsa la natalidad, lucha contra la despoblación, gestiona eficaz los servicios públicos y apuesta por generar oportunidades para los jóvenes", ha dicho.
Para Mañueco, su proyecto choca con el de Sánchez y el del candidato del PSOE a la Junta de Castilla y León, Luis Tudanca, que se vería en la necesidad, si quiere gobernar en la comunidad autónoma, de recabar el apoyo de "partidos que intentan trocear el presupuesto de España, que intentan sacar la mayor tajada posible" del Gobierno central.
La izquierda 'vende' optimismo
Pero precisamente a eso se aferran desde la izquierda, a la posibilidad de que sumando a todos las formaciones que han aparecido se pueda conformar un Gobierno, insuflando oxígeno entre sus votantes asegurando que aún se puede revertir la situación.
De hecho, el más combativo, siguiendo la estela ya marcada por Pablo Iglesias en las elecciones de la Comunidad de Madrid, ha sido Pablo Fernández, candidato de Unidas Podemos, que ha señalado que tienen sensaciones "muy buenas", "muy positivas", y han notado "muchísimo apoyo", pero además ha incidido en que todas las tendencias señalan que Unidas Podemos incrementa sus apoyos, algo que han "palpado en la calle".
Frente a esa buena línea, el candidato de Unidas Podemos ha asegurado que "es indubitable el pánico en el que se encuentra el Partido Popular", su "histerismo" y el "miedo", que se "palpa", un miedo que contrapone a la "esperanza" y el "optimismo" de Unidas Podemos, que es "muy posible" que puedan llegar realmente al Gobierno.
Por su parte, desde el PSOE, siguen alentando el "cambio de ciclo" entorno a sus siglas y siguen utilizando similar estrategia a la que ya desplegaron en Madrid, el de avivar el miedo a la entrada de Vox en el Gobierno castellanoleonés y revestirse de moderado.
La clave la dio este mismo jueves el propio presidente del Gobierno en su mitin 'sorpresa' en Burgos, donde señaló que en las elecciones de Castilla y León que se celebran el próximo domingo se decide entre el "avance o el retroceso" en derechos y libertades a causa de la aparición de la "ultraderecha" y que eso traería un Gobierno de PP y Vox. El mismo discurso que en Madrid, un pronóstico fallido.