Sánchez saca el manual de las excusas para explicar por qué convoca elecciones

Las excusas de Pedro Sánchez y la falta de autocrítica. Dos clásicos que cobran más sentido que nunca en casos de fracaso rotundo como el que ha tenido que afrontar el socialismo en estas recientes elecciones autonómicas y municipales. Las urnas dictaron sentencia y el presidente del Gobierno adelantó las elecciones generales al próximo verano.

El dirigente socialista no se había pronunciado de manera extensa acerca de los motivos que le han llevado a tomar esta decisión. Hasta este miércoles, cuando en su comparecencia tras reunirse en el Congreso con los diputados y senadores de su partido, ha dado los motivos que le llevaron a esa drástica decisión.

Un complicado dilema que asegura no consultó con nadie. Ni compañeros, asesores, amigos o familiares. Lo hizo solo con su conciencia. "Ningún líder que merezca serlo puede mirar para otro lado cuando los suyos sufren castigo tan inmerecido e injusto", ha expresado Sánchez, como si fuera un general intentando levantar la moral de las tropas tras la derrota.

Para ello, ha elogiado, palabras textuales, a los “magníficos presidentes autonómicos y alcaldes” que se van a ver desplazados “a pesar de que muchos de ellos han visto incrementado el apoyo electoral”. Y es que el máximo dirigente socialista parece estar convencido, y así seguro que se lo repite una y otra vez en su cabeza, que los votantes se equivocaron con la papeleta el domingo pasado. Imposible que hayan castigado al socialismo.

“¿Hemos tropezado a veces? Claro que sí, pero humildemente creo que los aciertos han sido mayores que los tropiezos”, ha dicho un Sánchez en un intento de autocrítica maquillada. Y es que no ha tardado en sacar a relucir lo que considera grandes hitos de su mandato y contraponerlos con los de la oposición en anteriores gobiernos o actualmente en algunas Comunidades.

Sánchez ataca a la prensa

Como no podía ser de otra forma, no ha podido faltar en su discurso el ataque a la prensa. Otra de sus excusas: culpar y señalar a periodistas y programas de televisión de su fracaso en las urnas.

Lo mejor de todo es que Sánchez dice que ahora comienza una época de “suciedad” cuando su discurso se ha basado precisamente en atacar y menospreciar a sus rivales políticos, a los que, entre otras cosas, ha tildado de homófobos. Por supuesto no podía faltar la mención al que parece ser uno de los mayores temores de Sánchez: Isabel Díaz Ayuso.