Sánchez, pillado con otro bulo: es falso lo que afirma de la ley de medios

“Tenemos que trasponer y hacer efectivo lo que se ha aprobado en Bruselas, una ley de libertad de medios de comunicación”, explicaba Pedro Sánchez en su entrevista en TVE con Silvia Intxaurrondo, anunciando una de las medidas más polémicas, que es una norma para controlar los medios que según él dicen bulos con la excusa de que lo marca Europa. Pero lo curioso es que quien realmente estaba diciendo un bulo era el propio presidente del Gobierno, ya que Europa ni ha aprobado una ley, ni él tiene que trasponer nada.

Lo que Bruselas realmente ha aprobado no es una ley o directiva, sino un reglamento de medios. ¿Y qué significa esto? Que se aplica directamente a todos los estados miembros de la Unión Europea y por tanto no precisa de trasposición en España mediante una ley nacional como vende Pedro Sánchez.

Es más, matizan al presidente del Gobierno que el reglamento europeo aprobado es de libertad de medios, no de control de medios como al parecer quiere realizar el sanchismo con su dinámica de acusar de "pseudomedios y bulos" a los medios críticos con el Gobierno y utilizar ese calificativo por ejemplo para impedir que puedan recibir publicidad institucional o incluso sean perseguidos.

Entre las pretensiones de Pedro Sánchez con la anunciada ley de medios también estaría obligarles a publicar quiénes les financian, una forma de presión para los medios críticos pues les obligaría a sacar a la luz qué empresas o particulares tienen acciones o participaciones en los mismos. El reglamento europeo prevé ya esto por transparencia, el problema está cuando se utiliza esa transparencia como vía de presión gubernamental.

Además, Pedro Sánchez ya puede hacer uso de ese reglamento europeo y aplicarlo, como el resto de los 27 estados miembros de la Unión Europea, pero no debe trasponer nada. Al contrario, debe buscar la armonización y no trasponer pues eso sólo crearía 27 leyes nuevas distintas. Sin embargo, Sánchez ha utilizado la excusa de Bruselas para lograr uno de sus objetivos: silenciar a la opinión e información crítica.