Sánchez viajará a Ucrania para promocionarse y tener la foto con Zelenski
El presidente, que ya quiso mostrar su interés por la guerra con aquella foto del maletín sobre la mesa, ahora quiere una instantánea que le de más renombre internacional.
Si alguien pensaba que con la salida de Iván Redondo de Moncloa se habían acabado las grandes campañas de autobombo de Pedro Sánchez se equivocaba. El presidente sigue queriendo relanzar su imagen de hombre de Estado y para muestra aquella foto al teléfono con el maletín sobre la mesa, que deja en anécdota aquella otra a bordo del Falcon. Pero ahora va un paso más allá y ha anunciado que visitará Ucrania para encontrarse con su presidente, Volodímir Zelenski.
Por el momento, no han trascendido más detalles del encuentro entre ambos mandatarios por motivos de seguridad, pero sí han deslizado que el líder del Ejecutivo también se reunirá con el primer ministro ucraniano.
Sánchez anunció este lunes la reapertura "en pocos días" de la embajada de España en Kiev como una muestra del "compromiso de la sociedad española con el pueblo ucraniano" después de que el personal de delegación diplomática española y su embajadora, Silvia Cortés Marín, fueran evacuados el pasado 25 de febrero ante la invasión rusa de Ucrania y ahora parece que él pretende encabezar la vuelta de los representantes españoles a la zona.
Y es que el presidente tiene claro que quiere pasar a la historia y no le duelen prendas a la hora de gastar todo el dinero que sea necesario para conseguir su instantánea, ya que, aunque aún no se conocen los detalles del despliegue, el gasto en seguridad será importante, pues hay que movilizar a todas las fuerzas necesarias, a la par que volver a hacer despegar al Falcon.
Ni Macron ni Biden han acudido a Ucrania
Además, este 'tour bélico' de Sánchez es, cuanto menos, sorprendente, pues muy pocos presidentes europeos de los principales países se han atrevido a viajar a Ucrania para promocionar su imagen personal.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha invitado públicamente en los últimos días a Kiev a los presidentes de Estados Unidos y de Francia, Joe Biden y Emmanuel Macron, respectivamente, al igual que también ha trascendido su rechazo a una visita del presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier.
De hecho, al margen de los responsables de las instituciones europeas, que están capitaneando la respuesta comunitaria al conflicto, como la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, que abrió el camino a la responsable de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y al Alto Representante de Política Exterior de los Veintisiete, Josep Borrell, solo los dirigentes más cercanos a Ucrania se han desplazado al país.
Los primeros líderes políticos en desplazarse personalmente a Kiev fueron los dirigentes de Polonia, Mateusz Morawiecki; de Eslovenia, Janez Jansa; y de República Checa, Petr Fiala. Todos ellos viajaron a mediados de marzo, y lo hicieron a título personal, aunque informaron previamente a la Unión Europea.
Solo el jefe de Gobierno de Reino Unido, Boris Johnson, achicharrado en su país por los continuos escándalos que le mantienen en la cuerda floja, se ha lanzado a visitar a Zelensky, consciente del tirón mediático de una foto que sirve para desviar la atención tras las fiestas que se organizaron en el seno de su Ejecutivo durante el confinamiento.
Ahora Sánchez quiere hacer lo mismo, desplazarse hasta Ucrania para conseguir una instantánea que costará un dineral a las maltrechas arcas del Estado, con el único afán de aumentar su popularidad, pese a que la guerra ya le ha supuesto un enorme enfrentamiento con su socio de Gobierno. Sin embargo, esto es algo que parece importale poco al presidente, que siempre ha dejado claro que la política exterior la marca él y por tanto, él es el que tendrá la ansiada foto con Zelensky.