El plan de Moncloa: Sánchez volverá a arrinconar al PP en cuanto Casado firme
El entorno del presidente traslada que la coalición seguirá. El socialista hará las paces con Iglesias una vez que haya conseguido del líder de la oposición lo que quiere. El PP lo sabe.
La sangre no llegará al río. Al menos por lo que respecta a Pedro Sánchez. El entorno del presidente del Gobierno está trasladando en privado en las últimas horas el mensaje de que la coalición sigue y seguirá, en medio del sonoro -y escenificado- enfado de Pablo Iglesias por la Ley de Vivienda. Sánchez, según las mismas fuentes consultadas por ESdiario, quiere a Unidas Podemos dentro y confía en devolver las aguas a su cauce. Aunque los morados han definido la limitación del precio de los alquileres como una "línea roja" y dentro empiezan a surgir voces que apuntan a que si el PSOE no cumple en esto lo mejor es abandonar el Gobierno. Así lo sugería el exlíder de Podemos en Madrid, Ramón Espinar:
El presidente se ha esforzado estos días por aparentar cierto distanciamiento de su socio de gobierno y, en paralelo, un acercamiento a Pablo Casado. Ambas cosas forman parte de la misma estrategia, sugieren desde Moncloa a este periódico: pactar con Casado la renovación de los órganos que requieren una mayoría parlamentaria de tres quintos y por tanto el voto favorable del PP y, a su vez, "recordarle" a Iglesias que Sánchez siempre tiene otras puertas a las que llamar.
No obstante, Casado y su equipo son conscientes de que la actitud conciliadora de Sánchez hacia el PP en medio de la recta final de las negociaciones del CGPJ, RTVE, el Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo es "circunstancial" e "interesada", según fuentes populares.
Creen que una vez que el presidente del Gobierno de ellos lo que necesita, volverá la incomunicación entre Moncloa y Génova y que Sánchez mirará de nuevo a sus socios de siempre: a Unidas Podemos y a los que, como ERC y Bildu, este martes publicaron un manifiesto en favor de la "ruptura democrática con el régimen del 78" poco antes de que el rey llegara al Congreso para conmemorar el 40 aniversario del 23-F.
Recuerdan los populares cómo durante el anterior estado de alarma, el presidente llamaba cada dos semanas a Casado para asegurarse su voto favorable a las sucesivas prórrogas hasta que un día el líder de la oposición le dijo que ya no le iba a apoyar más. Y Sánchez no volvió a llamarle en meses.
Aun así, aunque el presidente del PP no se fía del socialista (según Casado, Sánchez es de los que dice a cada uno lo que quiere oír), este miércoles le recordó algo que le dijo en su investidura: "Le dije que la tarea que usted y yo debemos compartir es ensanchar el espacio de la moderación y hacerlo tan grande como para que los dos podamos ganar dentro de él".
Luego llegó Adriana Lastra, siempre más transparente que su jefe de filas, y le espetó que cuando el PP "se extrema" sus votantes "se extreman" y acaban votando al "original", a Vox.