Abascal ensancha la base de Vox y el 13-F se asoma al gobierno por primera vez

Quedan apenas horas para el final de la campaña electoral del 13-F y la suerte está echada, todas las cartas reposan ya sobre la mesa, los dos debates concluidos y las encuestas cerradas. Tan solo a la espera de los grandes actos del cierre de la campaña este viernes, que pocos cambios de voto suelen mover.

Y si algo ha quedado claro en los últimos días, es que Vox se ha convertido en uno de los grandes referentes de la cita con las urnas del próximo domingo. Buena prueba de ello es que el partido de Santiago Abascal se convirtió en protagonista del último debate, aún estando ausente, y a la misma hora protagonista también del mitin de Pedro Sánchez.

El partido de Abascal llega a la cita electoral en Castilla y León "con los deberes hechos" y en la ola de las encuestas. Y con una clara convicción en la cúpula dirigente. El lunes 14 de febrero se cerrará una etapa, la del Vox agitador ideológico en la oposición, para abrir otra, la del Vox partido de gobierno.

Como ya ha advertido en campaña el propio Abascal, da por superadas las experiencias de Andalucía y Madrid, dando apoyo desde fuera al PP, para acceder al gobierno de la Junta castellanoleonesa si sus votos son determinantes para la investidura del popular Alfonso Fernández Mañueco. La mayoría de las encuestas así lo avanzan.

El candidato de Vox a las elecciones del 13-F, Juan García Gallardo, aplaudido por Abascal.

Lo que parece evidente, a juzgar por la tendencia reflejada por los sondeos, es que la elección de Juan García Gallardo como candidato ha sido un acierto de Abascal. Esas citadas encuestas dibujan una explosión del partido hasta los 12 escaños desde la solitaria acta lograda en los comicios de 2019.

Es más, fuentes de Vox defienden en declaraciones a ESdiario que Gallardo no podría subir ni bajar de esa cifra porque para ello debería ganar o perder tres puntos porcentuales de voto, algo imprevisible. No obstante, algunos expertos en demoscopia matizan esta tesis y sitúan el resultado final de Vox en los 12/11 parlamentarios en las Cortes regionales.

En cualquier caso, con todos los líderes nacionales desplegados en la recta final en apoyo de Gallardo, esas mismas fuentes de Vox aclaran a este periódico que el aval unánime de los sondeos no es más que "el fruto de un largo y callad trabajo" del partido en Castilla y León en los dos últimos años, desafiando el cordón sanitario impuesto por la izquierda y sus medios, y "cierto desdén" -se lamentan- del PP en CyL.

Son muchos los dirigentes regionales de Vox que se han pateado los pueblos de la comunidad y estrechado lazos con colectivos como los agricultores, ganaderos, jóvenes empresarios y autónomos del mundo rural o cazadores, entre otros.

Por eso en Vox se considera que este 13-F, Santiago Abascal y Juan García Gallardo se disponen simplemente a "recoger la cosecha".