El PSOE cede ante Podemos y anuncia una ristra de “sablazos fiscales”
Montero ha certificado que se doblegan a Díaz y se aumentarán los impuestos a rentas de más de 200.000 euros anuales y a los contribuyentes con más de 3 millones de patrimonio
Se acabaron las dudas sobre quién es una persona rica o “privilegiada” para el PSOE y Unidas Podemos: serán todos los españoles que ganen más de 200.000 euros anuales y todas aquellas familias que tengan más de 3 millones de euros de patrimonio. Estas personas se han convertido este jueves en los ciudadanos que más sufrirán los nuevos “hachazos fiscales” del Ejecutivo, aunque hay otros grupos que se verán afectados por el auge de impuestos para sufragar los nuevos gastos del Gobierno.
Para empezar, la titular de Hacienda, María Jesús Montero, ha anunciado una serie de nuevos gravámenes diseñados, según dice, conjuntamente con su socio de Gobierno, Unidas Podemos. Eso sí, poco después, y a preguntas de los periodistas, la ministra socialista ha matizado que se concretarán cuando haya un acuerdo. Es decir, Montero ha anunciado medidas fiscales que pueden sufrir modificaciones, eso sí, siempre al alza.
“Son medidas diseñadas por ambos partidos. Su entrada en vigor será a partir de 2023. Medidas fiscales que el Gobierno y los partidos que lo sustentan han acordado en los nuevos presupuestos generales del Estado. (…) Hoy nuestro sistema fiscal es más justo y progresivo y ha habido un consenso amplio”, ha espetado de forma contradictoria Montero.
Pero, ¿cuáles son esas nuevas medidas del Gobierno para “ayudar” a los más pobres a cambio de recaudar más con nuevos impuestos a los ricos?. En primer lugar, el Ministerio de Hacienda ha presentado "ayudas" para los que "menos tienen". Si lo traducimos, es una bajada de impuestos para quienes apenas pagan tributos actualmente. Unas ayudas que, por supuesto, vienen financiadas con un aumento de impuestos “para los que más están ganando”. Una carga fiscal que han venido a llamar "impuesto de solidaridad aplicado a grandes fortunas”. Solidaridad, eso sí, impuesta.
La gran novedad de esta reforma fiscal PSOE-Podemos es el impuesto a los “ricos”, es decir, personas que el Gobierno cree que son todas aquellas familias que tengan más de 3 millones de euros: “Este impuesto se articulará como tributo temporal y lo abonarán los contribuyentes con una riqueza neta superior a los 3 millones de euros”. “Entre 3 y 5, un 1,7%, de 5 a 10 millones, un 2,1% y más de 10 millones de 3,5%”, ha explicado Montero, quien ha matizado que el nuevo impuesto será deducible en el impuesto de patrimonio.
“Estamos convencidos de que este tributo generará una recaudación de 1.500 millones y 23.000 contribuyentes, lo que supone el 0,1% del total”. Un impuesto que aumentará el tipo impositivo del 26 al 27% para todos aquellos contribuyentes que ganen más de 200.000 euros anuales, con incremento de dos puntos hasta el 28% el impuesto de rentas al capital.
El Ejecutivo, además, aumentará la reducción por rendimientos del trabajo de 18.000 a 21.000 euros. Por su parte, el mínimo de tributación, por ello, sube de 14.000 a 15.000 euros. Esto tendrá como beneficiarios al 50% de los trabajadores, ya que el salario mediano es de 21.000 euros, dice el Gobierno. Con todo ello, Moncloa pretende recaudar 1.881 millones de euros de ahorro en dos años. “Un trabajador sin descendientes que gana 18.000 euros se ahorraría unos 746 euros al año, tributando un 40% menos”, ha sostenido Montero.
En cuanto a los autónomos, el Gobierno ha anunciado una rebaja adicional del 5% en el rendimiento neto de módulos para los autónomos. Sin embargo, mantienen la tabla diseñada por Escrivá, que obliga a autónomos que generen unos ingresos de menos de 700 euros a aportar casi 320 euros de tarifa de autónomos.
Por otro lado, el Ejecutivo ha señalado que, como principal rebaja fiscal a "los que menos tienen", van a dejar exentos del pago de IRPF a los autónomos con rentas de 15.000 euros, cuando antes era 14.000. Es decir, la rebaja fiscal o beneficio para los que peor lo están pasando y son autónomos es esquivar la mano de Hacienda si ganan algo más de 1.000 euros brutos.
En cuanto al impuesto de sociedades, Hacienda añadirá la fijación de un tipo mínimo del 15%, como ya se había anunciado. Pero ahora, hay nuevas medidas, que han llamado “de alivio”, para las micro Pymes; por contra, ha anunciado más “aportación” por parte de las grandes empresas. Es decir, más impuestos a las empresas de mayor tamaño.
“Rebajaremos el tipo nominal del impuesto de sociedades del 25 al 23% para las PYMES. Limitaremos a un 50% la posibilidad de compensar las pérdidas de las filiales en los grupos consolidados, que afectará a las grandes empresas. Una medida de carácter temporal que afectará a 3.609 empresas, el 0,2% de declarantes de sociedades con un impacto de 2.439 millones entre 2023 y 2024”, ha espetado.
Además, ha anunciado un gravamen transitorio a las empresas energéticas y a la banca por los beneficios extraordinarios generados durante la crisis energética, así como nuevos impuestos sobre transacciones financieras y servicios digitales.
Con todo ello, el Gobierno prevé que estas medidas generen un beneficio de 3.144 millones extra de recaudación potencial en los próximos dos años. Insiste Montero en que es una previsión, por lo que el dato final puede variar, sobre todo porque muchas empresas pueden abandonar el territorio nacional y tributar en otros lugares. Una cesión ante Unidas Podemos que tendrá que recibir el apoyo de las Cortes y de sus socios de investidura, por lo que todo el plan de nuevos "hachazos fiscales" todavía está por perfilar.
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