Feijóo noquea a Sánchez: debacle autonómica y municipal del PSOE

El cara a cara entre Feijóo y Sánchez se ha decantado por el líder del PP. El PSOE, a través de su portavoz y ministra, Pilar Alegría, habló de “mal resultado” cuando en realidad es una debacle en toda regla tanto a escala autonómica como municipal. España se tiñe de azul.

Los socialistas solo mantienen las comunidades de Castilla-La Mancha (in extremis) Asturias y Navarra. En las municipales, el PP distancia al PSOE en más de 750.000 votos con vuelco en capitales tan importantes como Sevilla, Valencia y Valladolid y la mayoría absoluta en el ayuntamiento de Madrid. Unos resultados que dejan KO al presidente del Gobierno en unos comicios que se habían planteado como un plebiscito o una ‘primera vuelta’ de las generales de diciembre.

"España ha iniciado un nuevo ciclo político (...) hemos ganado limpia y democráticamente las elecciones", aseguró Feijóo desde la fiesta del balcón de Génova, donde compareció junto a los exultantes Ayuso y Almeida con sendas mayorías absolutas bajo el brazo, en la Comunidad y en la capital. "Ha ganado la centralidad frente al radicalismo", sentenció antes de añadir que espera que todas las fuerzas políticas, incluido el PSOE, "hayan entendido el mensaje de los españoles".

Sin duda es un varapalo sin paliativos para el PSOE. El peor escenario que pudo imaginar Sánchez se vio incluso superado. Ayuso consiguió la mayoría absoluta en Madrid, como se esperaba, pero nadie daba un euro hace unos meses porque el PP pudieraen la Comunidad Valenciana. Y sucedió.

Tampoco se esperaba la caída de Fernández Vara en Extremadura ni la de Lambán en Aragón. O la muerte política del incombustible Revilla en Cantabria. La Rioja y Baleares completan el rotundo vuelco azul. Solo Page, el barón más crítico con Sánchez se salva de la quema en Castilla-La Mancha, por un puñado de votos.

Lo peor, sin duda, el ascenso de Bildu en el País Vasco, aupado por Sánchez que los ha blanqueado al convertirlos en socios preferentes en esta legislatura. Eso también queda en el debe del presidente

En cuanto a los comicios municipales, el vuelco también es total. Hace 4 años el PSOE aventajó al PP en 1,5 millones de votos. Se ha dado la vuelta a la tortilla con un resultado contundente que, además, se refleja en el reparto de poder municipal: Madrid se tiñe de azul, con mayoría absoluta de Almeida; Sevilla se decanta por el PP que podrá gobernar con Vox; en Valencia, vuelco también a favor de los ‘populares’ y en Valladolid el PP también podrá gobernar junto a los de Abascal en detrimento del polémico Óscar Puente.

Desde media tarde se empezó a oler lo que iba a ocurrir. a seguir desde allí la noche electoral. Feijóo sí fue a la calle Génova, llegó pronto y ya a las 20:30 el PP, Elías Bendodo, compareció ante la prensa para ratificar las buenas sensaciones que tenía el partido a esa hora, con simples encuestas y sin datos siquiera del recuento.

Una mala campaña liderada por Pedro Sánchez

La campaña se le atragantó al PSOE y en especial a Pedro Sánchez, que asumió un liderazgo y un protagonismo que no solo no le habían pedido los alcaldes y barones regionales sino que rechazaban, algunos de manera pública y notoria.Diversos escándalos -compra de votos, listas de Bildu con 44 etarras- sumados al lastre que arrastraba el Gobierno -ley del solo sí es sí; reforma de la malversación; derogación de la sedición- han terminado de arruinar las elecciones al Gobierno.

La táctica de aprobar medidas populistas en sucesivos Consejos de Ministros no dio resultado y el PSOE queda borrado del mapa de poder municipal. Su líder, Pedro Sánchez, está ahora mismo KO, sin dar señales en toda la noche. Ferraz parecía un funeral y en Moncloa se lamen las heridas. Nadie ha logrado ganar unas generales después de una derrota en las municipales. Ahora habrá que ver cómo se afilan los cuchillos en el PSOE. Hay muchos que querrán pasarle la factura a Pedro Sánchez.

Y un apunte final. Lo peor, sin duda, el ascenso de Bildu en el País Vasco, aupado por Sánchez que los ha blanqueado al convertirlos en socios preferentes en esta legislatura. Eso también queda en el debe del presidente.