El Rey perfila su mensaje del 24-D "rehén" del alarmante deterioro institucional
El Jefe del Estado afronta su discurso más importante del año con el Gobierno a la deriva, el Congreso incendiado, y el Poder Judicial asaltado por Moncloa. Pero está atado de pies y manos.
Los españoles encaran desde este jueves un frenético mes de diciembre. Y, la mayoría, acuciados por la inflación disparada, la crisis y los problemas para llegar a fin de mes, se disponen a afrontarlo ajenos a la situación política e institucional más grave de los últimos años. Para muchos analistas incluso, en décadas.
El Rey es otra víctima -si no la mayor- del gravísimo deterioro institucional y está "atado de pies y manos" en un momento clave para él, cuando se prepara para dirigirse a los españoles en su discurso más importante del año: su tradicional Mensaje de Nochebuena.
De hecho, en estas últimas horas, las broncas encadenadas en el Congreso y en varios parlamentos autonómicos, las proclamas guerracivilistas desde las tribunas y el asalto a las instituciones desde el Gobierno han activado todas las alarmas. Más aún, desde la OPA hostil de Pedro Sánchez al mismísimo Tribunal Constitucional.
El primer síntoma de la deriva: la conmemoración el próximo martes del Día de la Constitución se presenta como el más convulso de los últimos tiempos. Al habitual plante de los socios de Moncloa y el boicot de los independentistas y populistas a la recepción en las Cortes, se va a sumar en esta ocasión la ausencia de Vox, que ha decidido no acudir al sentirse acosado esta semana y etiquetado de"fascista" por Podemos.
Si hay un lugar nuclear del Estado en el que esta deriva política desatada por Pedro Sánchez está generando una creciente preocupación y ha activado todas las alertas es en el Palacio de la Zarzuela.
Con un agravante, el Rey Felipe VI es otra víctima -si no la mayor- del deterioro institucional y está "atado de pies y manos" en un momento clave para él, cuando se prepara para dirigirse a los españoles en su discurso más importante del año: su tradicional Mensaje de Nochebuena.
Felipe VI, en su último mensaje desde La Zarzuela, el 24D del pasado año.
Las fuentes de la Casa Real consultadas por ESdiario son claras y tiran de manual. "El Rey no interviene en política y se atendrá en su discurso a su papel constitucional de Jefe del Estado".
El primer síntoma de un diciembre caliente: la conmemoración el próximo martes del Día de la Constitución se presenta como el más convulso de los últimos tiempos.
Porque lo cierto es que ya han comenzado a intercambiarse los primeros borradores y folios con las palabras del Monarca que, como es preceptivo, se escriben en Zarzuela pero se supervisan y se consensuan en La Moncloa.
Estas fuentes matizan, no obstante, que Felipe VI sí hará en su mensaje referencias a la actualidad. Pero no pasarán de los habituales llamamientos a la "unidad" y la "concordia", a la necesidad de los grandes "consensos" y a garantizar la continuidad de la Corona con alusiones al creciente protagonismo institucional de la Princesa Leonor.
El Rey es testigo privilegiado de que se vienen tiempos convulsos. Con una larguísima campaña electoral que arrancará oficiosamente en cuanto pasen las fiestas navideñas y se prolongará hasta diciembre de 2023, cuando están previstas unas elecciones generales con etiqueta de trascendentales.
Pero, Felipe VI, objetivo de los planes dinamiteros de Frankenstein, prepara su cita habitual con los españoles el 24-D atado de pies y manos. Y como primera víctima del fuego amigo que se dispara desde Moncloa.