La trifulca entre ERC y Junts aboca la mesa de Sánchez al fracaso
El órdago de los afines a Puigdemont y el veto de ERC a los indultados descoloca al Gobierno a 24 horas de una cita que indigna cada día más a los presidentes socialistas y a los populares.
La precaria alianza de intereses entre Esquerra y Junts parece haber saltado por los aires este martes y ha cogido a contrapié a La Moncloa, apenas 24 horas después de que Pedro Sánchez haya confirmado que presidirá este miércoles la mesa bilateral con la Generalitat.
De hecho, la comparecencia urgente de Pere Aragonés para vetar la presencia en esa cita de los presos indultados Jordi Sánchez, Jordi Turull y Josep Rull, ha pillado a la portavoz del Ejecutivo en plena comparecencia tras la reunión del Consejo de Ministros.
A la espera de que se concrete el alcance de las hostilidades entre los dos socios independentistas, la ministra Isabel Rodríguez ha optado por aparentar que Sánchez es mero testigo de esta primera grave crisis en la recién estrenada legislatura catalana.
Rodríguez ha asegurado que, en cualquier caso, el Ejecutivo no se habría sentado en la mesa si ésta hubiera estado integrada por personas que no formaran parte del Gobierno de la Generalitat; es decir, que no se habría sentado con los tres condenados que ha propuesto Junts y que ha vetado Aragonés en el sainete de este martes. "Absolutamente no", ha espetado la portavoz de Moncloa. "No entendemos otro marco y por eso apoyamos la propuesta que acaba de lanzar el presidente de la Generalitat", ha recalcado.
Lo que sí ha aclarado Rodríguez es que previamente a la reunión de trabajo se producirá un encuentro entre Sánchez y Aragonés y que, después, ambos se verán con las delegaciones de ambos gobiernos antes de que estas comiencen los trabajos. Eso, si en las próximas horas una rebelión aún mayor del partido de Carles Puigdemont fuerza a ERC a replantearse su asistencia final.
En cualquier caso, el arriesgado paso de Sánchez ha vuelto a desatar la preocupación entre los barones socialistas por el avispero en el que se ha convertido el independentismo. Más aún cuando son ellos los primeros que tendrán que afrontar el examen de las urnas en las autonómicas y municipales.
A estas reservas socialistas le ha vuelto a poner voz el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha advertido a Moncloa que este diálogo "nunca irá bien si España pone más de su parte y en Cataluña hay carencia absoluta de ello".
"El Gobierno de España puede hablar con el de Cataluña, pero sería muy conveniente que el Gobierno de Cataluña represente a todos los catalanes y no solo a una parte, que los vota sistemáticamente con la idea de romper el país", ha sentenciado el barón socialista.
Y ha garantizado que su papel es "estar vigilante para que ningún derecho de los ciudadanos de Castilla-La Mancha se vea mermado o agraviado por las exigencias de quien más chilla ni de quien más ruido hace".
El presidente catalán, Pere Aragonés, en la comparecencia urgente para vetar el órdago de Junts.
Por su parte, el PP ha pedido a Sánchez que no acuda a la mesa de diálogo con el Govern porque con este paso lo que hace es "rebajarse" y los españoles "no merecen ver este espectáculo".
En una rueda de prensa en el Congreso tras la reunión de la Junta de Portavoces, la portavoz popular Cuca Gamarra, ha criticado que el líder del PSOE quiera "sustituir al Parlamento y la soberanía nacional" con esta "mesa de la indignidad" en la que se va a abordar cuestiones que tienen que ver "con el futuro de España". "El futuro de España no se negocia ni se decide unilateralmente sino que lo decidimos todos los españoles", ha manifestado.
Por eso, ha asegurado que el Grupo Popular interpelará este miércoles al Gobierno en el Pleno del Congreso sobre esa reunión para que explique en sede parlamentaria el orden del día de la reunión, de forma que los españoles "conozcan con luz y taquígrafos qué posición tiene el Gobierno de España con todo lo que quiere abordar".
"Pedro Sánchez se ha convertido en una marioneta del independentismo y no sabe ni con quién se va a sentar ni a qué hora ni en qué lugar". "Pero no le importa. Lo único que le importa es dormir en La Moncloa cuando termine esa reunión", ha enfatizado.
También los presidentes del PP como Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso o Juanma Moreno han puesto el grito en el cielo por la cita del miércoles en Barcelona. Más aún tras la provocación de Junts.