Pedro Sánchez desata la "guerra de los avales" con más acusaciones a la Gestora
Primero fue el sistema de votación, luego el modelo de financiación de las primarias y ahora la fórmula para la recogida de los avales para los candidatos.
Lo explica una diputada afín a Pedro Sánchez a ESdiario. Es la última polémica en la precampaña de las primarias, tras la reclamación del voto telemático y el crowdfounding para la financiación de la candidatura del exsecretario general. El nuevo problema es, ahora, la recogida de avales.
Según esta parlamentaria, los militantes están siendo coaccionados por los aparatos del partido, afines mayoritariamente a la presidenta andaluza, Susana Díaz.
¿La forma? El equipo de Sánchez recoge ya los avales en las agrupaciones, firmados por cada militante, y después los entregará a la Gestora para su validación. "Y la Gestora los reenvía, escaneados, a los secretarios regionales, que saben de esta forma quién está con cada candidato. El aparato está ejerciendo presiones fortísimas", asegura esta diputada a este diario.
De hecho, según se ha conocido este mismo viernes, los colaboradores más próximos de Sánchez están debatiendo sobre la posibilidad de plantear a Javier Fernández que ponga límites a la recogida de avales de los aspirantes para evitar que este proceso pueda "someter a un estrés a la organización" y llevar a "ejercer presiones sobre la militancia", que generen una tensión "innecesaria" antes del día de la "votación libre" en las urnas.
En la comisión El nuevo PSOE, el PSOE de la militancia del proyecto de Sánchez, su coordinador, Odón Elorza, ha puesto encima de la mesa la posibilidad de cambiar el reglamento de congresos para fijar un tope por arriba en el número de avales que necesita un precandidato para convertirse en candidato.
En la actualidad, el PSOE exige que los aspirantes a la Secretaría General presenten las firmas de un mínimo del 5% de los militantes (algo más de 9.000, a falta de cerrar formalmente el censo) para poder concurrir a las primarias, sin ningún límite.
Sin embargo, el exalcalde de San Sebastián ha planteado que ese mínimo se rebaje al 3% y que se ponga un máximo del 10%, para evitar la "intención de algún candidato de recoger muchos avales", que puede "tensionar la organización y crear situaciones en la que se empuja a militantes a firmar avales para un candidato, cuando está pensando en votar libremente a otro".