Junqueras y Puigdemont repiten el Gobierno que llevó a Cataluña al caos
Las formaciones independentistas se han visto obligadas a llegar a un acuerdo que permitirá a Aragonés ser presidente de la Generalitat catalana.
Ya hay 'fumata blanca'. Más de tres meses después de las elecciones catalanas, los partidos independentistas se han visto obligados a llegar a un acuerdo 'in extremis' para investir como presidente de la Generalitat al candidato de ERC, Pere Aragonés. El miedo a una repetición electoral que castigase su falta de entendimiento ha obligado a Junts y ERC a firmar un pacto de mínimos que llevará a reeditar el fallido Gobierno anterior a los comicios.
Así lo han anunciado ambas formaciones en sendos comunicados a primera hora de la mañana de este lunes, en el que aseguran que "el objetivo no es otro que servir al país y su gente de la mejor manera posible, gobernar para todos y al mismo tiempo poder avanzar hacia el objetivo común de la independencia en forma de República Catalana".
Aun así, ERC y Junts han explicado que a lo largo de la mañana se terminarán de sellar los flecos pendientes en el acuerdo que presentarán a mediodía, después de que los republicanos ya contasen con la "colaboración" de la CUP.
Unos flecos que no son más que el reparto de la 'tarta' de las 14 consejerías establecidas y en el que ERC se ha visto obligada a ceder ante Junts por miedo a una repetición electoral que le dejase sin el Gobierno que esperaba. Así, los de Puigdemont tendrían la vicepresidencia, además de ser los responsables de la hacienda y de la economía catalana, ya que además, se encargarían de la gestión de los fondos europeos, la joya de la corona que hasta ahora retenía ERC.
Sin embargo, en la negociación entraría la creación de una comisión interdepartamental que se encargaría del reparto del dinero de Bruselas de forma coordinada entre ambas formaciones.
Además, Junts también se podrá al frente de la gestión de la pandemia ya que se encargarán de las consejerías de Salud y Derechos Sociales, que hasta ahora estaban en manos de los republicanos, a la vez que volverían a contar con el presupuesto destinado a la 'acción exterior' y a Justicia.
En el reparto de consejerías, ERC cedería el control de la economía a los de Puigdemont
Por su parte, los republicanos retendrán Educación, la única de las consejerías sociales que gestionaban hasta ahora, e incorporarán Cultura, Interior y Empresa, previsiblemente sumando Trabajo. ERC también gestionará Agricultura, donde estará incluida las labores para luchar contra el cambio climático. Asimismo, asumirá el nuevo departamento de feminismo.
Así, tras pedir disculpas por "haber alargado tanto el cierre del acuerdo", las formaciones independentistas se han comprometido a "construir un gobierno que busque reconstruir la confianza con la ciudadanía de Cataluña, la máxima confianza entre socios y con la colaboración y trabajo conjunto" de la CUP.
De esta manera, se dan por zanjadas unas negociaciones que se han alargado durante tres meses, debido a las propias tensiones existentes entre ambas formaciones. De hecho, ERC ya había roto las conversaciones con Junts puesto que no querían un gobierno tutelado por Puigdemont desde Bruselas, aunque finalmente los postconvergentes tendrán un peso mucho mayor de lo esperado.
ERC cede ante Junts
Sin embargo, el miedo a una repetición electoral que echase por tierra la formación de cualquier gobierno con tintes independentistas ha terminado por precipitar un acuerdo que hace tan solo unas horas parecía imposible.
De hecho, las plataformas y asociaciones soberanistas ya habían mostrado su malestar por esta falta de entendimiento e incluso habían salido a las calles para exigir un acuerdo de mínimos que permitiese formar un gobierno independentista que siguiese la hoja de ruta ya marcada por el Ejecutivo anterior.
Mientras tanto, Salvador Illa, el candidato del PSC se ha quedado como un mero observador de lo ocurrido y ha asegurado en la cadena Cope que este pacto no es más que un "intento de repetir un fracaso" para Cataluña.
"Vamos a ver cómo se concreta, porque hemos visto cómo han ido dando bandazos", ha advertido Illa, que ha adelantado que, cuando la presidenta del Parlament, Laura Borràs, abra la ronda de consultas con los grupos para elegir a un candidato para el pleno de investidura, le solicitará que considere su candidatura, aunque los números no salen.