Sánchez rebaja el desplante de Junqueras a "proclama" y ofrece dinero a Aragonés

"Lo útil en el pasado fue el castigo, y hay otros momentos en los que lo útil es el perdón, y ahora estamos en el momento del perdón". Pedro Sánchez no quiere que nada altere su hoja de ruta para la agenda del reencuentro con Cataluña. Ni siquiera que la respuesta a su escenificación por la "concordia" -los indultos a Oriol Junqueras y el resto de organizadores del golpe del 1-O-, haya sido una nueva amenaza renovando su apuesta por la independencia.

El presidente ha aprovechado su comparecencia ante los informadores en Bruselas, tras la última Cumbre de la UE, para rebajar el peso del órdago a las puertas de la cárcel de Lledoners a la categoría de "proclamas". Y, de paso, para tratar de seducir a Pere Aragonés con una oferta muy alejada de las exigencias de Esquerra y de Junts.

Según ha avanzado el jefe del Ejecutivo, acude a su reunión con el presidente de la Generalitat el próximo martes con el objetivo de comenzar a trabajar de nuevo en esa Agenda para el Reencuentro que ya planteó hace un año, y que se compone de propuestas sobre inversiones, financiación y otros asuntos que responden a reclamaciones -dentro de la legalidad, ha matizado- de anteriores gobiernos catalanes.

Así lo ha puesto de manifiesto Sánchez a preguntas de los medios durante la rueda de prensa que ha ofrecido tras la clausura del Consejo Europeo, y en la que ha defendido que, tras haber escuchado ya las "proclamas" y las "reclamaciones de Aragonés y los partidos independentistas que conforman el Govern, ahora es momento de ponerse a trabajar ya sobre propuestas que sí respeten el pacto constitucional.

El desafío de los presos tras ser indultados, Sánchez lo reduce a "proclamas".

"A partir de ahí podemos hablar", ha afirmado, tras recalcar que "el Gobierno siempre va a salvaguardar el cumplimiento de esa legalidad" y que, por ello, en su encuentro con Aragonés volverá a plantearle su hoja de ruta, la que elaboró el Ejecutivo central en febrero de 2020 tras hacer "el ejercicio de saber cuáles eran las reclamaciones que habían hecho los presidentes catalanes dentro de la legalidad".

"Con Aragonés hay mucho que hablar, muchas diferencias que resolver. Ya he escuchado sus proclamas y reclamaciones, las sabemos todos. La democracia española integra, no excluye, respeta todas las ideas. El único límite que tenemos es el pacto constitucional, el respeto a la legalidad, cada cual puede defender sus ideas dentro del pacto constitucional", ha explicado.

Asimismo, el jefe del Ejecutivo ha recordado por ejemplo que esa Agenda para el Reencuentro se basa por ejemplo en las 23 propuestas que el expresidente catalán Artur Mas le trasladó al Gobierno en 2014 cuando Mariano Rajoy estaba en Moncloa.

"Hicimos un ejercicio de ver cuáles eran las reclamaciones que se ajustaban a la legalidad, como inversiones, financiación, reconocimiento de algunas reparaciones, que el Gobierno de España durante esta legislatura ha ido aplicando, como con Lluís Companys", ha señalado, en referencia al declaración de rechazo a la condena a muerte al que fuera presidente de la Generalitat de 1934 a 1940.

Eso sí, el líder del PSOE no ha querido valorar el terremoto político desatado por su ministro de Transportes y secretario de Organización de su partido, José Luis Ábalos, que este viernes ha venido a acusar al Tribunal de Cuentas de obstaculizar -por tratar de hacer cumplir los embargos derivados de la malversación cometida por los indultados- los planes del Gobierno.