Hosteleros de toda España 'santifican' a su gran defensora: "Queremos una Ayuso"
El volcán de la hostelería ha entrado en erupción con la demanda colectiva que ultiman contra las administraciones. Las protestas se suceden. Y en todas partes miran con envidia a Madrid.
La hostelería de toda España quiere una Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid se ha convertido en el hada madrina del sector con su política de no cerrar restaurantes, bares y cafeterías. Aunque a cambio de ser muy escrupulosos en el cumplimiento de las medidas de seguridad.
La mecha está prendida. Los hosteleros de Albacete y Toledo se manifestaron este miércoles (los primeros ante su Ayuntamiento, los segundos en coche por el centro) en protesta por la ruina a la que les ha condenado el cierre total decretado por el Gobierno de Emiliano García-Page el 18 de enero. Han ido de mal en peor, porque venían de poder abrir únicamente las terrazas, y solo al 50%.
Lo sangrante para el presidente castellano-manchego, que el lunes acusaba a Ayuso de provocar una "fuga sanitaria" de Madrid a su Comunidad, es que los manifestantes portaban carteles de la presidenta madrileña. Del estilo "Queremos una Ayuso" y "Yo quiero una Ayuso para Castilla-La Mancha".
El volcán hostelero ha entrado en erupción a raíz de la primera demanda colectiva que va a presentar el sector contra el Gobierno central y los regionales por las pérdidas ocasionadas por los cierres obligados. Piden indemnizaciones como las que están dando Alemania, Italia y Francia, y ya son cientos los empresarios que se han sumado. Algunos sobreviven como pueden, otros han tenido que cerrar ahogados por las pérdidas.
Y todos están saliendo a la calle. En Cáceres, Bilbao, Palma de Mallorca, Valencia, Barcelona, Badajoz...
Además de la falta de ayudas directas, los hosteleros se quejan de la "criminalización" que están sufriendo por parte de casi todas las autoridades nacionales, regionales y locales. Fernando Simón ha llegado a decir que bares y restaurantes "incitan a situaciones de riesgo" y que su cierre ha sido la medida que ha tenido "mayor impacto" para el control de la transmisión.
Es por eso que en Ayuso han encontrado una aliada. La presidenta madrileña incluso ha propuesto que, una vez vacunados los vulnerables, pueda priorizarse a los camareros (también a taxistas, profesores y cajeros). Y ha prometido a los hosteleros madrileños que "pronto" recuperarán lo perdido con las horas de los toques de queda.
Con todo, la Comunidad de Madrid no es la que peor está en la endiablada tabla del Ministerio de Sanidad. De hecho Castilla-La Mancha y Castilla y León, las dos comunidades vecinas que han puesto en cuestión los métodos de Ayuso (una con más ahínco que la otra) tienen una incidencia acumulada actualmente peor. De 1.065 y 1.240 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, respectivamente. Frente a los 918 de Madrid. Muchos todos ellos, en cualquier caso.