Sánchez y Podemos, a codazos por ver quién rentabiliza el "jaque mate" de Lula
El presidente del Gobierno quiere reforzar su influencia en Hispanoamérica mientras los morados ven que sus tesis y candidatos arrasan en el continente… con el apoyo que eso les supone
La victoria por la mínima del izquierdista Luiz Ignacio Lula Da Silva en Brasil sobre el derechista Jair Bolsonaro ha sido recibido como una fiesta en la izquierda española tras el palo que les supuso las elecciones en Italia con Giorgia Meloni.
Tanto desde Moncloa y el PSOE como desde Unidas Podemos y todos sus satélites se han lanzado a una competición por ver quién es el más lulista en España, pues detrás del triunfo de Lula como de otros candidatos de la izquierda populista en Hispanoamérica hay mucho interés en juego.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya pidió el apoyo para Lula da Silva antes de la segunda vuelta, rompiendo la neutralidad de su cargo, pero animado por lo que pronosticaban las encuestas, y ha vuelto a felicitarse por la vuelta del dirigente brasileño a la presidencia, señalando que “trabajemos juntos por la justicia social, la igualdad y contra el cambio climático”.
Desde Moncloa, que se acogió con precaución la primera vuelta de las elecciones en Brasil, están ahora entusiasmados, porque el triunfo de Lula permitirá a Pedro Sánchez ahondar en su estrategia de ser el puente de Europa con Hispanoamérica, sobre todo de cara a la presidencia de España de la Unión Europea.
Sánchez ya ha hecho giras y estrechado relaciones con otros gobiernos sudamericanos que han pasado a la izquierda como el de Colombia, y ahora ve como Brasil se une al club izquierdista de América Latina y le abre la oportunidad de tener más aliados en la región frente al anterior gobierno incómodo de Jair Bolsonaro.
Podemos: una región llena de dirigentes afines
Lula da Silva, Pablo Iglesias y Ione Belarra en un acto conjunto en Madrid
Dónde están pletóricos con la victoria de Lula es en Unidas Podemos. Dirigentes como su fundador, Juan Carlos Monedero, o el mismísimo Pablo Iglesias, se han volcado con el brasileño.
Y no es para menos, Brasil, el país más grande de Sudamérica, se suma a otros como México, Chile, Colombia o Argentina -más la chavista Venezuela y la castrista Cuba- que caen en el populismo de izquierdas y deja la región casi con todos los gobiernos en manos de presidentes cercanos a las tesis de Podemos.
Desde Moncloa, que se acogió con precaución la primera vuelta de las elecciones en Brasil, están ahora entusiasmados, porque el triunfo de Lula permitirá a Pedro Sánchez ahondar en su estrategia de ser el "puente" de Europa con Hispanoamérica
Esto no sólo les permite a Iglesias, Yolanda Díaz y compañía presentar Sudamérica como ejemplo del éxito de sus tesis políticas frente al "neoliberalismo" o la "extrema derecha", sino además que hay un pastel muy importante de apoyo de estos gobiernos para Podemos.
Hay que recordar que de Hispanoamérica partieron Iglesias y Monedero… y ahora ven como el Brasil de Lula, el Chile de Gabriel Boric o la Argentina kirchnerista están gobernados por los suyos… con gestión de presupuestos, fondos e influencia política incluida.