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7 pistas gastro para comerse Murcia

La despensa murciana es una de las más ricas de nuestro país. Sin embargo, tener los mejores productos de la huerta y del mar es sólo una de sus muchas bazas.

7 pistas gastro para comerse Murcia

Publicado por
Begoña Tormo

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La Región de Murcia tiene tantos atractivos gastronómicos, que sería muy difícil poner uno por encima de otro. Para empezar, allí abundan muchos productos de fantástica calidad y tradición (frutas y verduras, pescados y mariscos, carnes, embutidos, quesos, dulces, vinos...), pero también cuenta con un recetario plagado de deliciosos platos autóctonos, y de un buen número de establecimientos en donde es posible, desde tapear, a disfrutar de un menú gastronómico del más alto nivel. Repasamos 7 lugares que hay que visitar en la región para saber a qué sabe Murcia.

FRASES

C/ Soledad, 1 (Murcia)

María Egea Y Marco Iniesta son la demostración de que el talento, las ganas y la capacidad de trabajo pueden convertir en realidad lo que, a priori, podría parecer imposible. Ambos se conocieron trabajando de camareros en un modesto bar, pero, tras una visita al Celler de Can Roca, en 2018, decidieron abrir un pequeño restaurante (en principio, sin más pretensión que ofrecer raciones y tapas). El confinamiento les dio el tiempo necesario para replantearse las cosas y prepararse, y, tras la pandemia, remodelaron ellos mismos el local y abrieron el actual restaurante gastronómico. Impresiona cómo dos jóvenes, completamente autodidactas, y sin más ayuda que una persona más en la sala, y otra en el office, son capaces de ofrecer una cocina tan técnica y coherente, y atender la sala de manera tan profesional y cercana. Para una primera visita, lo más recomendable es optar por el menú degustación, en el que Marco (que cocina a la vista de los clientes), propone platos en los que la tradición murciana es protagonista, pero con un concepto vanguardista, y una presentación exquisita. Sabores reconocibles (ensaladilla,ensalada murciana, morcilla, el pollo asado de los domingos...) como no los has probado antes. Si se prefiere ir a la carta, hay que pedir la croqueta (el primer plato que aprendió a hacer Marco), y alguno de los platos que nos proponga María, con el producto que compran diariamente en el cercano mercado de Las Verónicas. Hay que destacar que Marco fue nominado como cocinero revelación en la última edición de Madrid Fusión, y que el restaurante ha sido distinguido con un Sol Repsol este año.

Menú degustación: 80€

MERCADO DE CORREOS

C/ Pintor Villacís, 3 (Murcia)

Ubicado en la antigua sede de Correos y Telégrafos, el Mercado de Correos es la opción más cosmopolita (y “modernita”) para quitarse el hambre a casi cualquier hora del día, porque está abierto desde las 9:30 para desayunos y cierra después de las cenas. Hay, además, opciones para todos los gustos: si se quiere picar algo, se puede optar por las tapas más locales en “El Disparate” (marineras, huevas y mojama con almendras, ensaladilla, zarangollo, verduras...), o por las croquetas o las tablas de quesos o embutidos de “J. Javier Muñoz”. Para hacer una comida más formal, las posibilidades también son muy variadas: arroces y pokés, en “Los arroces de José Luis Nicolás”, pescados y mariscos en “Los bichitos”, carnes de todo tipo en “Karnal”, o hamburguesas en “Gula”. Los amantes de la cocina más internacional también cuentan con un restaurante japonés, un italiano, un chino, y una taquería. Para completar la oferta, el espacio conocido como “El invernadero” se especializa en el “tardeo”, con cócteles de autor. Hay pasarse, aunque sólo sea para tomar un café o algún dulce (también cuenta con una confitería), porque el ambiente es muy agradable, y el local, espectacular.

CONFITERÍA LA PELADILLA

C/ San Antonio, 1 (Murcia)

Se dice que, en esta confitería, que fue fundada en San Javier por José Lorca en 1902, nació el “pastel de cierva”, una especialidad que actualmente que es un emblema de la gastronomía de la zona. Aunque el nombre pueda inducir a error, y haya quien piense que este pastel contiene carne de cierva, lo cierto es que se bautizó así en honor a Juan de la Cierva, el célebre inventor del autogiro, y que es básicamente una empanada de pollo y huevos cocidos, con una masa, entre dulce y salada, elaborada con manteca. Aunque se puede encontrar en muchas pastelerías y obradores de Murcia, muchos aseguran que en La Peladilla hacen la mejor y, en cualquier caso, nadie le puede arrebatar el hecho de haber sido los primeros en empezarlos a elaborar y a vender. De hecho, tienen patentada la receta.

Pastel de cierva en 4 tamaños, desde el individual por 2,20€ hasta el de 15 raciones, por 20€.

MAGOGA

Plaza del Dr. Vicente García Marcos, 5 (Cartagena, Murcia)

Sea cual sea la localidad de Murcia en la que nos encontremos (e incluso si estamos fuera de ella), merece la pena desplazarse a Cartagena, para darse un homenaje en Magoga. El menú degustación que prepara María Gómez es un auténtico despliegue de virtuosismo, de sensibilidad con el producto, y de compromiso con su tierra y sus sabores, porque los platos que llegan a la mesa nos ubican inequívocamente en el lugar en el que estamos. Aquí nada es “clónico” ni impersonal. Muchas de las hierbas y vegetales con los que trabaja proceden de la finca de secano El Soto, en Fuente Álamo (de donde es originaria María), y, para otros productos, se surte de proveedores con los que mantiene una estrecha relación. Por eso, puede ofrecer algunas rarezas, muy difíciles de encontrar en otros restaurantes, como el cordero de Calblanque, alimentado con pastos cercanos al mar, que le otorgan un sabor naturalmente salado, o pescados y mariscos de una frescura excepcional. La sala y la bodega (con más de 750 referencias), a cargo de Adrián de Marcos, completan una experiencia que no decepcionará a nadie. Mucha atención al carro de quesos (incluido en el menú Ánima), porque es un auténtico espectáculo. El restaurante ostenta 1 estrella Michelin y 2 soles Repsol.

Menú degustación: 80€ / 120€

BODEGA LA FUENTE

C/ Jara, 27 (Cartagena, Murcia)

No se puede pasar por Cartagena y no tomarse una “marinera”. Esta tapa típica cartagenera consiste en una rosquilla alargada de pan, cubierta con ensaladilla y coronada por una anchoa, pero hay que saber que existen también el “marinero” (en el que la anchoa se sustituye por un boquerón en vinagre), y la “bicicleta” (sólo con ensaladilla). Uno de los mejores lugares para tomarla es Bodega La Fuente, en donde soban y preparan sus propias anchoas, procedentes de Santoña. Los propietarios son dueños también del local que se encuentra justo enfrente (La uva jumillana), por lo que se pueden pedir tapas y bebidas de ambas cartas indistintamente del local que elijamos. De esta última, merece la pena destacar la empanadilla casera de pisto, o el queso fresco frito con mermelada de pimientos. Además de cervezas y vinos de la zona, tienen vermú (que puede pedirse granizado).

Caña y marinera: 3,50€

BAR PEDRÍN

C/ General Moscardó, 46 (El Albujón, Murcia)

Otro producto típicamente cartagenero es el “café asiático”, y, como en el caso anterior, vamos a buscarlo en el lugar en donde presumiblemente se inventó o, al menos, en donde se hizo más popular. Hay que empezar aclarando qué es un asiático. De trata, ni más ni menos, de que un café al que se añade brandy, o coñac, Licor 43 (fabricado en Cartagena), leche condensada, cáscara de limón, canela y, si se quiere, unos granos de café tostados para decorar. Su creador fue Pedro Conesa (más conocido como Pedrín), aunque fue un empleado suyo, José Rosique, quién acabó quedándose con el bar, y quien más hizo por su difusión. Es cierto que esta bebida (que originariamente no llevaba Licor 43, pero que ya se ha convertido en parte indiscutida de la fórmula), se puede tomar en prácticamente todos los bares de Cartagena, pero, si se quiere “vivir” la historia de su creación, hay que ir al municipio de El Albujón, al lado mismo de Cartagena, y preguntar por el bar Pedrín. No tiene pérdida.

EL MOSQUI (CABO DE PALOS)

Carretera de Subida al Faro, 50 (Cabo de Palos, Cartagena)

No podemos abandonar la Región de Murcia sin probar su famoso “arroz caldero”, un plato que, es seña de identidad del Mar Menor, y que en el restaurante El Mosqui llevan elaborando de la misma manera desde 1952 (premiado con un solete Repsol y con una nutrida parroquia de clientes, tanto veraneantes como locales, que piensan que allí se come el mejor caldero de Murcia). Evidentemente tienen otros platos, tapas y arroces, pero, como ellos mismos aseguran: “De la mar, el mero. Y de El Mosqui, el caldero”. Su secreto es usar arroz de Calasparra, y dejarlo suelto, en lugar de caldoso. Eso y, evidentemente, usar un potente fondo a partir de pescados y mariscos del mar que tienen justo enfrente.

Arroz caldero: 17€

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