Carnicería en Bataclan: la Policía encuentra setenta muertos
Los comandos del RAID y de la BRI se han encontrado una masacre en toda regla en el interior del local. Los testimonios se han confirmado para lo peor. Tres terroristas han sido abatidos.
La Policía se topó con una masacre en el interior de la sala
Aproximadamente setenta muertos es el dantesco panorama que se han encontrado los primeros equipos policiales que tomaron al asalta la Sala Bataclan. "Carnicería" o "masacre" son los términos con que ha sido definido el macabro hallazgo, tal y como pronosticaban los testimonios de quienes consiguieron escapar tras el ataque terrorista.
Asimismo también han sido abatidos tres terroristas -otras fuentes señalan a dos- que portaban armas automáticas del tipo AK, empleadas para sembrar el terror en una sala con capacidad para 1.500 personas que había completado el aforo ante el concierto de esta noche.
El ataque lanzado por los comandos policiales del RAID y la BRI tuvo lugar después de que se escucharan disparos y se considerase la posibilidad de que los secuestradores estuviesen ejecutando a los rehenes retenidos desde las nueve y media de la noche.
Desde la Dirección Central de Policía se ha señalado en un primer momento a los medios la existencia de "decenas de muertos" en el interior de la sala.
Testimonios estremecedores
Un periodista de la cadena Europe 1 presente en la sala y que logró escapar ha dado la primera descripción del momento en que varios terroristas comenzaron a ametrallar con armas automáticas a los presentes.
Según este testimonio, se trataría de dos a tres terroristas, muy jóvenes y que entraron a cara descubierta.
El primer ataque tuvo una duración relativamente breve, en torno a diez-quince minutos, aunque un periodo muy largo en lo que se refiere a cadencia de tiro.
De hecho, los terroristas tuvieron ocasión de recargar sus armas en tres ocasiones para disparar a bulto contra los asistentes al concierto de Eagles of Death Metal, que había colgado el cartel de completo.
Otros testimonios de asistentes que lograron huir confirman que en un primer momento el ruido de la música confundió a los presentes, que pensaron que las detonaciones eran parte del concierto.