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La macabra historia del gallego que vivió su falsa muerte en Facebook

En medio del caos, el dolor y la muerte de los atentados de París una puerta de esperanza se abrió para dos familias que vivieron horas de desolación al otro lado de la frontera.

Alberto Toucedo en realidad estaba a 500 kilómetros de París durante los atentados.

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Entre tanta noticia dramática, de muerte y desolación, a última hora del domingo comenzaron a llegar noticias de esperanza desde el otro lado de la frontera que este lunes terminaron por confirmarse. Dos de los españoles dados por muertos, estaban vivos. En medio de la confusión y del dolor la luz se abría paso para dos familias españolas destrozadas porque Alberto Pardo Touceda y Jorge Alonso de Celada en realidad no estaban en la aterradora lista de muertos de los terroríficos ataques de París.

En un primer momento se dijo que Alonso de Celada, que estaba de vacaciones en París según su familia, había muerto fruto de uno de los tiroteos perpetrados en la capital gala. Sin embargo, se puso en contacto con su familia para asegurar que estaba bien. La familia incluso facilitó a las autoridades galas el nombre del hotel en el que se alojaba. Allí dio con él la policía francesa, que le esperaba cuando llegó de dar un paseo por las enlutadas calles parisinas.

Más rocambolesca si cabe fue la falsa muerte del joven gallego de 34 años Pardo Touceda, que tardó algo más de tiempo en dar con su familia para desmentir su propia muerte dentro de la sala Bataclan. En declaraciones a medios gallegos, su madre llegó a decir que estaba "deshaciendo el entierro" de su hijo. A Pilar Touceda llegaron a llamarle para anunciarle la muerte de Alberto. Con la confusión posterior no era capaz de identificar el departamento de la Administración española desde el que se le hizo la llamada.

Fueron unas cinco horas de terror, en las que no entendía qué había ocurrido. Ni siquiera daba a su hijo en París, por eso en un primer momento ni siquiera se preocupó. Alberto vive en Estrasburgo con su novia, a unos 500 kilómetros de la capital gala. Allí trabaja como guía turístico y hacía mucho tiempo que no viajaba a París... Pasado el shock inicial, la familia comenzó a bombardear el móvil de Alberto y de su novia Camille sin éxito, y en estas Facebook obró el milagro. El joven, que no suele hacer mucho de la conocida red social, entró esta vez y se encontró con un muro lleno de lamentaciones. Con un sentido del humor envidiable en un caso así, se encargó de confirmar que estaba vivo: "Buff, que impresión tener que desmentir tu propia muerte". Fue una prima la que dio la voz de alarma al ver el mensaje en el muro que no utilizaba desde hacía meses y poco a poco se fue deshaciendo el entuerto en un rosario de llamadas con final feliz.

En una improvisada conversación a través del telefonillo con varios medios, Pilar Toucedo revelaba alborozada: "Por fin logré hablar con Alberto y le dije que aquí todo el mundo le daba por muerto. No se lo creía. Y le dije: hijo, entra en Internet que sale en todos los lados que estás muerto".

Desde la embajada española en Francia y desde Presidencia del Gobierno se achaca a las autoridades francesas (cuerpos de seguridad y responsables sanitarios) cualquier responsabilidad en la identificación de las víctimas de los atentados del pasado viernes y el propio Alberto ha abierto la puerta a una posible explicación: perdió su documentación, incluido el DNI y el pasaporte, en Burdeos en el año 2012, al poco de llegar a Francia. Si alguien se hizo con estos documentos, y cómo es posible que tres años después aparecieran en una discoteca de París, es algo que tendrá que resolver la investigación.

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