Hollande pide apoyo en el Parlamento para "destruir" al ISIS
El discurso del presidente francés no ha destacado por andarse por las ramas. Hollande ha solicitado respaldo a los parlamentarios para acabar con el Estado Islámico tras la masacre.
El discurso del presidente francés François Hollande ante el Parlamento no se ha prestado a medias tintas: "Francia está en guerra". El mandatario ha remachado que "no habrá tregua alguna" contra el Estado Islámico y que el Hexágono se enfrenta a un conflicto en el que hay que confiar en que se llegará a la victoria porque el país ya "ha triunfado ante adversarios mucho más temibles que estos cobardes asesinos".
Hollande ha considerado a Francia como la "luz de la humanidad" por lo que los ataques han mostrado que "el mundo está en penumbra". Después de los ataques del domingo, la determinación francesa para por "destruir" al ISIS. "Siria se ha convertido en una fábrica de terroristas", ha advertido.
Precisamente en ese punto Hollande ha señalado a Siria -en alusión a las zonas controladas por el Estado Islámico- como el lugar de planificación de la masacre de París mientras que fue organizada en Bélgica y contó con complicidades en Francia para su ejecución.
"Hay que ser implacables", ha indicado al tiempo que ha advertido que seguramente se solicitará una reunión urgente del Consejo de Seguridad tomando como base el hecho de si un miembro es atacado, "todos son agredidos".
Además de eso, el presidente francés ha solicitado a diputados y senadores que apoyen la petición de prolongar durante tres meses el estado de emergencia. Una medida que irá acompañada de la creación de 8.500 puestos en áreas de seguridad y justicia, del refuerzo de los medios antiterroristas y del endurecimiento de las penas así como una reforma constitucional en dicho sentido.
Hollande también ha pedido que se mantenga el asilo a refugiados pero aumentando el control en las fronteras exteriores so pena de tener que regresar a las nacionales, lo que supondría un fracaso de la Unión Europea.
Las medidas de Hollande, como él mismo ha reconocido, conllevarán un aumento del gasto pero el presidente francés ha considerado que la situación obliga a ello.