Una espada y un cura degollado por la espalda: Hollande confirma los temores
Antes de ser abatidos sin contemplaciones, los dos hombres armados que secuestraron una iglesia en Normandía mataron cruentamente al sacerdote. Europa sigue en máxima alerta.
El presidente de Francia, François Hollande, condenó este martes el "innoble atentado" cometido en una iglesia de la región de Normandía, obra de "dos terroristas que decían ser de DAESH", acrónimo en árabe del grupo Estado Islámico.
Hollande se desplazó a la localidad de Saint-Etienne-du-Rouvray junto al ministro del Interior, Bernard Cazeneuve. El mandatario habló abiertamente de "atentado" y explicó que fue cometido "por dos terroristas que decían ser de DAESH".
Los atacantes, abatidos por las fuerzas de seguridad, gritaron 'Alá es grande' durante el asalto, según informa la cadena BFM TV.
Estado Islámico "nos ha declarado la guerra", advirtió Hollande, quien alertó de que "la amenaza sigue siendo muy elevada". En este sentido, el presidente llamó a "estar juntos", en un mensaje dirigido a "todos los franceses".
Poco después, el grupo terrorista Estado Islámico reivindicaba el ataque. La agencia de noticias Amaq, vinculada a la organización yihadista, identificó a los asaltantes como "dos soldados de Estado Islámico", según el portal de seguimiento de información yihadista SITE.
El secuestro protagonizado por dos hombres armados con cuchillos en una iglesia de la región de Normandía, en el norte de Francia, se saldó con uno de los rehenes muertos y los dos raptores "neutralizados".
Según Le Figaro, el rehén fallecido sería el cura de la iglesia, quien habría sido degollado. Una fuente policial ha señalado a Reuters que la víctima fue agredida con una espada. Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior ha evitado confirmar el modo en el que ha fallecido la víctima y ha indicado que hay otro rehén "entre la vida y la muerte".
Fuentes policiales consultadas por Le Figaro han apuntado a que el otro rehén herido sería una de las monjas que se encontraban en el interior de la iglesia.
Los dos asaltantes entraron en la iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, próxima a Rouen, por la puerta trasera en torno a las 10:00 horas durante la misa y cerraron las puertas, reteniendo en el interior al cura, dos monjas y dos feligreses. Otra monja habría conseguido escapar, dando la voz de la alarma.
En torno a las 11:00 horas, la Policía abatió a los dos secuestradores, que habían salido al atrio de la iglesia.