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Sánchez recibe una cura de humildad en el G-7 y La Moncloa trata de ocultarlo

Por mucho que el presidente en funciones presuma en Twitter de foto con los Macron y de que España está "presente en los grandes debates internacionales", la realidad ha sido otra.

Los miembros del G-7 más los invitados a la cena de clausura. Sánchez ocupa la segunda fila.

Publicado por
Laura Moro

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La presencia de Pedro Sánchez como invitado a la cena de clausura del G-7 ha pasado sin pena ni gloria, mientras el español ha tenido que ver cómo su vecino, Emmanuel Macron, ha aprovechado su condición de anfitrión para labrar su liderazgo europeo en la Europa post Merkel que se viene.

La Moncloa lo ha ocultado, pero el presidente en funciones ha vuelto de Biarritz trayéndose en su equipaje de mano un varapalo a su perfil internacional y a su propio ego. Por más que tanto el Gobierno como él mismo se hayan felicitado por el hecho de que España esté "presente en los grandes debates internacionales" (@desdelamoncloa dixit).

Sánchez esperaba poder mantener "encuentros bilaterales" con el primer ministro británico, Boris Johnson, y con el presidente del Banco Mundial, David Malpass. Ambos actores principales del escenario internacional en medio del Brexit -Johnson- y de la guerra comercial entre Estados Unidos y China -Malpass-.

De hecho, durante toda la semana pasada el equipo del socialista había anunciado y alimentado las expectativas en torno a dichos encuentros, que debían quedar para la posteridad con sendas fotos.

Sin embargo, Sánchez se ha quedado con las ganas. Ni Johnson ni Malpass han hecho hueco al presidente español en sus agendas, que ha tenido que conformarse con abordar a ambos durante la cena y cruzar cuatro palabras.

El comunicado oficial de La Moncloa lo cuenta así: "Durante la cena, el presidente ha conversado con primer ministro británico, Boris Johnson, a quien ha trasladado su voluntad de lograr un Brexit ordenado".

Y continúa: "Sánchez ha tenido además ocasión de conversar con el presidente del Banco Mundial, David Malpass, con quien ha intercambiado visiones sobre la lucha contra la pobreza y las prioridades para el Banco Mundial este año, incluida la nueva reposición de fondos trianual (2021-23)".

Nada dice de encuentros suspendidos porque, en realidad, ni el británico ni el estadounidense los tuvieron nunca en sus planes. Oficiosamente, desde La Moncloa sostienen que la agenda del G-7 fue acumulando retrasos y el tiempo se les echó encima.