El canciller austríaco, Sebastian Kurz, dimite entre acusaciones de corrupción
Envuelto en unas investigaciones por corrupción, el canciller austríaco Sebastian Kurz ha decidido dimitir después de perder el apoyo de sus socios de coalición.
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, que mantiene un Gobierno de coalición desde principios de 2020 ha dimitido como jefe del Gobierno en medio de la crisis provocada por las acusaciones de corrupción.
Como el mismo Kurz ha anunciado su puesto lo ocupará el ministro de Asuntos Exteriores, Alexander Schallenberg. El ya excanciller mantendrá sus aspiraciones políticas pese a la ruptura de la coalición de gobierno que mantenía con Los Verdes.
"Quiero ceder el espacio para evitar el caos y garantizar la estabilidad. He propuesto al presidente federal (Alexander Van der Bellen) a Alexander Schallenberg como nuevo canciller federal", dijo Kurz en rueda de prensa donde no se admitieron preguntas.
"Nuestro socio de coalición ha decidido adoptar una postura clara en mi contra", ha afirmado Kurz en la rueda de prensa televisada. Por ello considera que están en una situación de "callejón sin salida" pese a que "la pandemia no ha terminado aún, la crisis económica apenas acaba de empezar y sería irresponsable una deriva hacia el caos durante meses".
Por eso ha anunciado su dimisión "anteponiendo los intereses del país a los míos" y haciendo un llamamiento a la "estabilidad y responsabilidad". Sobre las acusaciones de la Fiscalía anticorrupción en su contra, Kurz destacó que se trata de alegaciones "falsas".