El detalle de Milei con unos niños argentinos que no verás a Sánchez en España
Mientras el recién elegido presidente argentino es aclamado en las calles de su país, el del nuestro tiene que soportar las protestas diarias ante las puertas de la sede de su partido.
El presidente de Argentina, Javier Milei, celebra su victoria en las elecciones.
Javier Milei es una de las figuras políticas del momento. Su (para algunos) inesperada victoria en Argentina lo ha convertido en noticia durante toda esta semana y desde luego seguro que dará que hablar en el futuro. Más allá del ámbito político, el líder de ‘La Libertad Avanza’ es un personaje excéntrico, singular y único que dejará muchas anécdotas por el camino para bien o para mal.
El recién elegido nuevo presidente de Argentina es de esos tipos que odias con toda tu alma o amas por encima de todo. Este último es el caso de un grupo de niños argentinos que se cruzaron por la carretera con el convoy de Milei. Enloquecidos y mostrando esa pasión que caracteriza a los argentinos, sean de la edad que sean, aclamaron al nuevo presidente al grito de “¡Milei te amo!”, “¡Gracias Milei!” o ¡”Viva la libertad!”, grita uno de los chicos, que saca su cabeza por la ventana.
Ante tanta emoción desbordada, Javier Milei ordena parar la comitiva y decide bajarse del coche en medio de la carretera para saludar a los jóvenes que parece que van en una especie de autobús escolar. En ese momento los gritos se multiplican mientras dan la mano, visiblemente emocionados, al recién elegido presidente y le piden fotos.
Imagen imposible para Pedro Sánchez
Una imagen que desde luego es difícil que viéramos en España con nuestro presidente Pedro Sánchez. Solo sería posible si esos niños fueran afiliados a las juventudes del PSOE y la carretera estuviera cortada para uno de los vídeos promocionales del líder socialista, al estilo café con jóvenes (socialistas) o petanca con jubilados (socialistas también).
Y es que desde hace tiempo, no solo desde que ha aumentado el clima de tensión debido a la ley de amnistía para quedarse en Moncloa, Sánchez tiene que elegir con cautela sus apariciones públicas y prepararlo todo al milímetro para evitar ser abucheado. Incluso en sus propios mítines. Es por ello que el día de la Hispanidad alejó al público general de la tribuna de autoridades o el de la investidura puso un cordón policial que llegaba hasta la fuente de Neptuno. Por no hablar de las protestas en Ferraz ante la sede de su partido, que van camino de cumplir 20 días de manera ininterrumpida.
