Las protestas de agricultores agitan a Alemania: Berlín, contra las cuerdas
El anuncio del Gobierno alemán de acabar con el subsidio para el diésel de los agricultores ha provocado una ola de protestas que no deja de crecer y está a punto de estallar por los aires.
Son ya semanas las que los agricultores alemanes llevan en guerra contra el Gobierno federal que dirige Olaf Scholz y el conflicto está llegando a su punto álgido. El Ejecutivo que encabeza el canciller y formado por una coalición de partidos -considerada de centro-izquierda (socialdemócratas, verdes y liberales)- anunciaba que iba a acabar con el subsidio al diésel del que han gozado los agricultores desde hace 70 años. Una ayuda clave para ellos y que tras la decisión de su desaparición les ha puesto en pie de guerra.
El 18 de diciembre de 2023 cerca de 1.500 tractores se manifestaron en la misma Puerta de Brandemburgo -símbolo de Berlín por antonomasia- y la capital germana quedó completamente bloqueada. Ante el revuelo provocado por los trabajadores del campo y también por el resto de la ciudadanía (que apoya a los agricultores) el Gobierno acabó dando ciertas concesiones y optaba por una retirada del subsidio de forma gradual. Hay que remarcar que de ese subsidio consiste en un reintegro de 21,48 céntimos por litro de diésel utilizado en maquinaria agrícola.
Es decir, que en el 2024 se reduciría el 40%, en 2025 un 30% y en 2026 quedaría completamente eliminado. Una decisión intermedia que desde luego no ha convencido a unos agricultores que, siguiendo con el diccionario bélico, no han sacado la bandera blanca. Tampoco fue suficiente dar marcha atrás, en este caso de forma completa, a otra de las medidas y que consistía en suprimir la desgravación fiscal de los vehículos agrícolas nuevos.
Los agricultores alemanes vuelven a tomar Berlín
Este lunes otra gran protesta ha sido convocada de nuevo en Berlín y Scholz llama a la calma: “Si estas quejas legítimas desembocan en actos de rabia o de falta de respeto al proceso democrático, vamos a perder todos". Además, desde el Ejecutivo alemán apuntan -en un intento también para desviar la atención- de que las protestas están siendo alimentadas en las redes sociales por partidos y movimientos de extrema derecha que están caldeando los ánimos de unos agricultores ya encendidos.
En esta ocasión, según la agencia Reuters, han sido unos 3.000 tractores, 2.000 camiones y en torno a 10.000 personas las que han tomado las calles más céntricas de la capital alemana. Desde anoche comenzaron a llegar y ya se dejaron notar con sus bocinas. De hecho, ya el domingo por la tarde la policía advirtió de que la avenida principal ya estaba llena y pidió a los manifestantes que se reunieran en lugares alternativos, como el Estadio Olímpico. Mientras tanto, el Gobierno de coalición de Scholz opta por llamar a la calma y la conciliación y afirma que van a negociar.