Putin alarma al mundo tras la muerte de Alexei Navalny, símbolo de la oposición
Según los servicios penitenciarios de la remota cárcel en la que se encontraba ha fallecido al perder el conocimiento durante una caminata. Desde prisión seguía con su oposición a Putin
En las últimas horas se ha confirmado la muerte en prisión el mayor líder opositor de Vladimir Putin, Alexei Navalny. Según informan agencias rusas citando fuentes penitenciarias, habría perdido la vida al "perder el conocimiento en una caminata" durante su estancia en la cárcel IK-3 en Jarp, situada en la región ártica del norte de Rusia, a casi 2.000 kilómetros de Moscú y a la que fue trasladado a finales del año pasado.
Según el comunicado de las autoridades penitenciarias, un equipo médico de emergencias acudió rápido e intentó reanimarle pero sin éxito. Hay que destacar que se trata de uno de los penales más duros de toda Rusia, en una zona totalmente remota y siempre helada debido al llamado permafrost.
Desde luego que Putin no iba a dejar vivir en un resort al que ha sido su principal opositor durante los últimos diez años y al que ya intentó matar en el año 2020. Mientras Navalny estaba en el hospital debido a una huelga de hambre, fue envenenado con Novichok, una sustancia química desarrollada por la Unión Soviética en los años 70 y 80 y hasta 10 veces más peligroso que el sarín o el VX. Fue trasladado a Alemania para intentar salvarle la vida.
Investigaciones internacionales al respecto apuntaban a que las autoridades rusas y servicios secretos de Putin estaban detrás del intento de asesinato del que Navalny consiguió salir con vida milagrosamente. Cinco meses después fue detenido cuando volvió a Moscú para precisamente seguir haciendo oposición a Putin acusado de un delito de fraude fiscal.
En la cárcel continuó con su campaña contra el Kremlin y eso le valió un aumento de condena, hasta los 19 años, por extremismo. “Todos sabemos que es por motivos políticos. El tiempo de condena da igual. Es una cadena perpetua. No saldré de la cárcel”, avisaba por entonces Navalny, que recibía el apoyo de la comunidad internacional y de grupos de manifestantes rusos.
Con este historial a sus espaldas es entendible que ahora, al confirmarse su fallecimiento, la teoría de la conspiración y las dudas acerca de su muerte aparezcan. Además durante su traslado se le perdió la pista durante semanas hasta que apareció en esta durísima cárcel, aunque según informan algunos medios rusos esto es normal en este tipo de procedimientos.
Todo ello teniendo muy presente que desde prisión sus fervientes críticas a Putin no habían cesado. Por ejemplo, durante uno de sus juicios, siempre condenaba la invasión de Rusia a Ucrania, a la que bautizaba como "la guerra más estúpida y sin sentido del siglo XXI". Este 1 de febrero, seguidores de Navalny y de la oposición a Putin llamaban a manifestarse el próximo mes de marzo por las elecciones presidenciales del 15 al 17 de ese mes, ya que el actual presidente ruso tiene todas las de ganar más que nada porque sus opositores -encabezados hasta ahora por Navalny- han sido encarcelados o forzados al exilio.