Zelenski niega cualquier tipo de implicación de Ucrania en el atentado en Moscú
El presidente ucranio ataca "al absoluto don nadie que es Putin" por intentar vincular a los tiradores del Crocus City Hall con su país: "intenta aprovechar un atentado en su beneficio"
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha rechazado categóricamente los intentos de su homólogo ruso, Vladimir Putin, de vincular a Kiev con el atentado terrorista perpetrado el viernes en Moscú, que ha dejado al menos 133 muertos y más de un centenar de heridos.
"Tras lo ocurrido en Moscú, Putin y los demás bastardos intentan, por supuesto, echar la culpa a otro", ha denunciado Zelenski en su videodiscurso vespertino diario, en el que ha criticado que Moscú siempre utiliza los mismos métodos y "siempre culpa a otros".
Durante su alocución, el mandatario ucraniano ha reprochado al "absoluto don nadie que es Putin" que haya permanecido callado durante un día en lugar de preocuparse por sus ciudadanos después de que el viernes cuatro asaltantes dispararan durante 15 minutos a los asistentes de la sala de conciertos del Crocus City Hall antes de prender fuego al pabellón.
En lugar de eso, Putin pensó en "cómo podría llevar esto a Ucrania", ha lamentado Zelenski, presentando esta actitud del Gobierno ruso como una muestra de que "no le importa lo que esté sucediendo dentro de su propio país" y que Putin "intentará volver a aprovechar esa situación para su beneficio personal".
Estas declaraciones llegan después de que el líder del Ejecutivo ruso hablara de un supuesto "rastro ucraniano" tras el atentado del viernes en Moscú. De hecho, el Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB) ha abierto una línea de pesquisas dirigida a Ucrania al considerar, según sus primeros resultados, que los sospechosos se dirigían a la frontera, donde mantenían "contactos relevantes" con el lado ucraniano.
Mientras, se han divulgado en redes sociales algunos vídeos de la detención de los terroristas, a unos 135 kilómetros de la frontera ucraniana. En ellos se 0bserva que no hablan ni ruso ni ucraniano. En uno de ellos, las fuerzas militares rusas le amputan una oreja a uno de los detenidos y le obligan a comérsela.