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Los talibanes afganos, nuevos amigos de Sánchez: agradecen su política exterior

El régimen fundamentalista islámico se une a otros grupos como los terroristas de Hamás que felicitan al presidente del Gobierno su movimiento con Palestina

Los talibanes en el palacio presidencial de Afganistán

Publicado por
Enrique Martínez

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El reconocimiento del Estado de Palestina por parte del Gobierno de Pedro Sánchez ha provocado la ruptura diplomática de Israel con España, uno de los principales aliados de Occidente, pero al sanchismo le están surgiendo nuevos socios internacionales de los más curioso. Si primero felicitaban a Sánchez los terroristas de Hamás que gobiernan la franja de Gaza, ahora se suman los talibanes de Afganistán.

En concreto, los talibán de Afganistán, o el Emirato Islámico como ellos se hacen llamar, dan las gracias a Irlanda, Noruega y España su reconocimiento al Estado de Palestina y lo consideran “un paso positivo”.

"El Emirato Islámico considera que la tierra de Palestina es un derecho legítimo de la población palestina y percibe el genocidio que están perpetrando ahora mismo los ocupadores sionistas como una causa fundamental de inestabilidad en la región", ha hecho saber el ministerio de Exteriores de los talibán de Afganistán en un comunicado. Por cierto, usando los mismos términos que los socios de Sánchez contra Israel: “genocidio”.

Los talibanes piden a la comunidad internacional, en particular a los estados islámicos, que “tomen medidas urgentes para prevenir el actual desastre de conformidad con su responsabilidad y con el derecho de defensa y la libertad de nación palestina”.

Curioso este mensaje de los talibán de Afganistán, uno de los regímenes que menos respeta los derechos humanos, prohibiendo hasta la educación de las mujeres u obligándolas a ir con burka, prohibiendo el deporte o el ocio y con un país sumido en una guerra desde hace 20 años donde precisamente acaban de ser asesinados tres turistas españoles. Debe ser que a Pedro Sánchez esto le parecerá muy feminista y progresista y nada ultra, usando su habitual terminología.