El Gobierno deja en ridículo a Zapatero y reclama con la OEA y la UE las actas electorales a Maduro
Después de la esperpéntica comparecencia de Albares en el Senado, defendiendo al ex presidente socialista, el Ejecutivo se suma a las peticiones internacionales por la limpieza electoral en Venezuela
La Organización de Estados Americanos (OEA), aprobó el viernes por consenso una resolución que exige al gobierno de Nicolás Maduro que respete los derechos humanos en Venezuela y que publique “en forma expedita” las actas de las elecciones del pasado 28 de julio, que el régimen se niega a entregar en medio de fuertes acusaciones de fraude, para que sean objeto de “verificación imparcial”.
El texto, aprobado de manera unánime, insta al Consejo Nacional Electoral (CNE) a publicar las actas, así como a respetar "el principio fundamental de la soberanía popular a través de una verificación imparcial de los resultados que garantice la transparencia, credibilidad y legitimidad del proceso electoral".
La resolución fue impulsada por Estados Unidos, que presentó un nuevo proyecto tras el fracaso del que se puso sobre la mesa el 31 de julio. El documento fue copatrocinado por los gobiernos de Antigua y Barbuda, Argentina, Canadá, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, República Dominicana, Surinam y Uruguay.
Su llamamiento se une al que también efectuó este viernes la Unión Europea, 23 países entre ellos España, en favor de la "inmediata publicación de todas las actas originales" de las elecciones y la verificación "imparcial" e "independiente" de los resultados de esos comicios, sobre los que recaen evidentes sospechas de fraude electoral.
Zapatero, en evidencia
La firma del acuerdo por parte de España, que también se adherió posteriormente al ratificado por la OEA, deja en mal lugar al ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, presuntamente observador internacional de las elecciones venezolanas pero que ha guardado un estruendoso silencio sobre todo lo acontecido, lo que hace sospechar que de alguna forma está colaborando estrechamente con el régimen de Maduro.
La firma por parte del Gobierno español de ambos documentos es sorprendente, después de que José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, defendiera en el Senado al expresidente Zapatero y confirmara que estaba en conversaciones con el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro. El PP criticó con insistencia esa comparecencia de Albares y la actitud del Gobierno, que ha cambiado el discurso, posicionándose del lado de la legalidad, apenas unas horas después.