El suegro de Sánchez usó sus nexos con la ultraderecha para legalizar sus saunas
Sabiniano Gómez pidió ayuda al lugarteniente de Blas Piñar para obtener licencias municipales y su hermano era miembro de Fuerza Nueva
“Con la ultraderecha no se va ni a la vuelta de la esquina”, pregona Pedro Sánchez. Pero la tiene muy cerca. Conrado Gómez, hermano de su suegro, fichó como miembro de Fuerza Nueva en 1979. Y el padre de su esposa, Sabiniano Gómez, recurrió en 1982 para legalizar sus saunas de gays y “señoritas” a un destacado acólito del líder de esta formación ultra en 1982 ubicado en el Ayuntamiento de Madrid: Miguel Bernad.
A modo de agradecimiento, Sabiniano Gómez invitó a una mariscada en el restaurante madrileño La Toja a Bernad y al comisario García Castaño, según testigos de tal encuentro.
Fue número dos de Blas Piñar tras refundarse en Frente Nacional. Según fuentes conocedoras de tal mediación, en un mes se obtuvieron las licencias municipales paralizadas. Sabiniano Gómez, según dicho relato, ni abonó nada a cambio, ni el mediador hizo nada ilegal. Pero logró agilizar los expedientes que dormitaban en dependencias de las juntas municipales de Centro y Moncloa. ESdiario solicitó sin éxito la versión del suegro de Sánchez.
Personas que conocieron esta gestión la narran así: “Nos remontamos al año 1982 o 1983. Un día se nos presenta en el despacho municipal el inspector Enrique García Castaño. Le conocíamos. Sabíamos que era un infiltrado en Fuerza Nueva. Como iba por Fuerza Nueva sabía que trabajábamos en el Ayuntamiento. Nos dice tengo un amigo, Sabiniano Gómez, que tiene una serie de clubs, pero claro el tema es que todavía no tiene licencias. Y claro como la policía local sabe que no tiene licencias, pues se aprovechan. Van ahí, a ver la licencia, y entonces se toman unas copas por la jeta”.
Miguel Bernad, cuando fue detenido por la Policía.
“Le dijimos, vamos a ver lo que podemos hacer. Entonces hicimos una gestión en las juntas de Centro y Moncloa. Les dijimos que queríamos saber cómo estaban esos expedientes. Nos dijeron que faltaba un informe técnico. Bueno, nosotros lo único que os decimos como compañeros es que lo agilicéis. Es el compromiso que hemos adquirido. Ni os pedimos que le deis una licencia ilegalmente, ni lógicamente vosotros lo hariáis. Y se agilizó. Si eso debía llevar cuatro o cinco meses, pues después de nuestra gestión al mes siguiente se consiguió la legalización”.
A modo de agradecimiento, Sabiniano Gómez invitó a una mariscada en el restaurante madrileño La Toja a Bernad y a García Castaño, según testigos de tal encuentro. A los postres, el suegro de Sánchez invitó al futuro dirigente de Frente Nacional y de Manos limpias a conocer sus clubs. Le mostró dos. “Uno de señoritas ubicado junto a la Gran Vía [Azul, presuntamente] y el Adán de gays de la calle San Bernardo 38. Tenía por lo menos cinco o seis clubs”, según rememoran fuentes del equipo de Bernad.
Llegado ese momento, Sabiniano Gómez le ofreció una tarjeta vip de su red de saunas a Bernad. “Te lo agradezco, pero no la voy a aceptar. Sólo te pido un favor. Que a las chicas que tienes que no se las explote”.
Bernad, según dichas fuentes, opinaba lo contrario. “Sabía que las estaba explotando porque vivían ahí y las estaban cobrando una barbaridad”. El suegro de Sánchez se defendió según testigos presenciales: “Yo las trato muy bien. No soy como otros. No soy ningún explotador”.
Ficha de la empresa y el sector al que pertenece del suegro de Pedro Sánchez.
“No digo que seas ningún explotador, te lo digo porque tengo conocimiento de que las pobres chicas bastante tienen que pasar aquí con gentuza que por pagar con dinero se creen con derecho a todo, por esto te pido que las trates lo mejor posible”, remachó Bernad. Sabiniano Gómez volvió a defender su respeto hacía las señoritas que ejercían en sus saunas una labor que no definía: “Yo estoy educado en un buen colegio y las trato bien”.
Es un dilema que décadas después aún tiene pendiente la izquierda que encarna Sánchez: tratarlas bien o prohibir su negocio. Un negocio familiar de los Gómez Serrano heredero de esas saunas desconocido hoy porque no presenta cuentas pero que avala el ICO de Nadia Calviño.
Pero el círculo de Bernad aporta otro hecho relevante de aquella gira del dirigente ultra por las saunas de Sabiniano Gómez de la mano del suegro de Sánchez y de García Castaño: “Al pasar por San Bernardo 38, la sauna Adán, dijeron aquí tenemos grabados. Vienen políticos, magistrados, incluso algún jerarca de la Iglesia. Les tenemos aquí grabados. Incluso dieron el nombre de un ministro socialista.”
Esta trastienda espía de las saunas del suegro de Sánchez coincide con lo manifestado por García Castaño, aunque ceñido al antiterrorismo, y por el excomisario José Manuel Villarejo. Ambos están imputados en la operación Tándem por espionaje. ESdiario posee grabaciones de testigos que avalan dicho espionaje sin orden judicial dispuestos a ratificarlos judicialmente.
Bernad quedó sorprendido, según testigos del encuentro, del personaje que representaba Sabiniano Gómez. “Educado, conservador, muy de derechas. Muy bien vestido. Chocaba que un señor de traje y corbata tuviera ese tipo de negocios”.
Sánchez abomina hoy de los “herederos del franquismo”. Y de los beneficiarios de las cloacas policiales y de la prostitución. Pero no están en montañas lejanas.
En paralelo, el hermano del señor bien vestido, Conrado Gómez, se afiliaba en julio de 1979 a Fuerza Nueva. El compromiso rubricado no sólo le obligaba a pagar 1.000 pesetas al mes, cifra respetable para la época, sino a “realizar cuanto sea posible para la defensa y difusión de su ideario”.
Y a “mantener el mayor espíritu de disciplina y camaradería”. Ese mes, en el aniversario del golpe de estado franquista, el líder de Fuerza Nueva, Blas Piñar, congregó a 25.000 ultras para condenar el estatuto vasco. «Significa independencia, separación y, en definitiva, la desintegración de nuestra patria.»
También habló una sobrina de Juanita Reina. Aseguró que Fuerza Nueva «no es un antro de asesinos, pero sabremos defendernos cuando el enemigo ataque». Un afiliado mató a la joven Yolanda Gómez un año más tarde.
La oradora atacó el feminismo: «Cuando haya que salir a defender la bandera, los hombres no irán solos. Las mujeres estaremos también. Así entiendo yo el hecho de ser mujer. Nosotras somos femeninas, porque conocemos nuestros deberes, y no somos feministas porque no exigimos derechos».
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