Nuria Roca eclipsa en un día los 15 años de Pablo Motos
El presentador de "El hormiguero" ha dado positivo en Covid y será sustituido por su compañera que el pasado lunes en su entrevista a Maluma rozó los 3 millones de espectadores.
Con la que está cayendo, convertir la pandemia en un circo mediático resulta intolerable, inadmisible, incluso, imperdonable. Después de 15 años, de 2.261 programas, por primera vez en la historia de El hormiguero Pablo Motos faltó a su cita el pasado lunes 1 de febrero. Por lo visto, el presentador había mantenido contacto directo con un positivo en Covid, se hizo una prueba cuyo resultado no fue concluyente y decidió quedarse en casa. "Por precaución", confesó. Entre idas y venidas, negativos y positivos, ahora voy, ahora no voy, el presentador ha anunciado a última hora de la tarde del martes que es positivo en Covid y esta noche no podrá entrevistar a Susanna Griso. De nuevo le sustituirá Nuria Roca.
La verdad es que no entiendo nada, porque esta mañana el rey del hormiguero publicó en sus redes sociales (que se han convertido en la vía de los antiguos comunicados de prensa) que todo había sido una falsa alarma. Menudo galimatías. El lunes por la tarde Motos era contacto directo de un positivo, el martes por la mañana su contacto había resultado negativo y a media tarde del mismo martes, Motos confirma, otra vez a través de sus redes, que es positivo en coronavirus.
¿En qué quedamos? Todo este embrollo es el resultado de airear situaciones ante de tiempo con la intención de generar audiencia. Tanta ida y venida en el coliseo de las redes lo único que provoca es confusión o rechazo.
Como espectadores, en un día y medio nos hemos topado con tres probabilidades diferentes. Riesgo A: contacto positivo, Motos negativo. No puedes volver, no puedes hacer caso omiso a las recomendaciones del Ministerio de Sanidad. A saber, aunque la PCR sea negativa, si hemos estado en contacto con una persona infectada, es conveniente hacer una cuarentena y repetir la prueba cuando hayan pasado 10 días. Es la única forma de evitar contagios. Riesgo B: contacto negativo, Motos negativo. Puedes volver a tu silla al son de clarines, clarinetes y trompetas si quieres. Riesgo C: ambos positivos, mantened una férrea cuarentena y, por favor, cuidaos mucho, que la Covid no es ninguna broma. Pablo Motos ha vivido tres escenarios diferentes en menos de 48 horas. Lamentablemente esta última es la real.
¿Qué ha pasado? No lo sé, la respuesta sólo la tiene él. Visto desde fuera, desde mi humilde opinión, Motos quería volver a toda costa porque el miedo es libre.
El lunes, Nuria Roca demostró que nadie es insustituible. Recogió el testigo que le entregó el presentador y se aferró a él con la soltura y la naturalidad que transpira desde antaño, desde Waku Waku. Nuria Roca abrió la ventana, dejó que entrara un hálito de aire fresco en el plató de un programa que, a pesar del éxito de audiencia, rezuma cierto regusto a rancio. A más de lo mismo. Y en no pocas ocasiones a machismo.
Cuando parecía que Motos había estado en contacto con un positivo en Twitter le llovían los zascas por doquier
La presencia de Nuria Roca en el plató ha sido un auténtico revulsivo. Lo sé, El hormiguero es uno de los programas estrella y forma parte de la triada de oro que arrasa actualmente en el prime time. Imbatible en su franja. Sí. También sé que Pablo Motos cuenta con un numeroso equipo de telespectadores que no le tragan. Tanto es así que el lunes por la noche cuando parecía que había estado en contacto con un positivo en Twitter le llovían los zascas por doquier. "Tú debes estar 10 días confinado por ser contacto de positivo. Pablo ha criticado tanto la gestión de la pandemia (con razón o sin ella) y cuando le toca cumplir las normas no lo hace pese a tener influencia social", le decían.
La audiencia de Pablo Motos no entiende de grises. Es blanca o negra. La blanca le adora y la negra le aborrece. Él siempre ha sido consciente, tanto que en 2018 contrató los servicios de una consultoría para lavar su imagen. A Motos no le tragan por su prepotencia, por hacerse el gracioso sin tener gracia, por sus preguntas machistas, impertinentes, inoportunas, insolentes y, en ocasiones, incluso groseras. El presentador de El hormiguero considera divertido preguntar a una mujer qué come para estar tan buena, si duerme con un camisón sexy o uno de franela, qué piensa hacer cuando se le caiga el pecho o si los hombres leen su libro porque ella les atrae… La lista de sus meteduras de pata resulta infinita. Al que no le guste siempre tendrá otra opción. La tele es tan democrática que te permite zapear, incluso darle al botón rojo.
A pesar de todo, el programa continúa siendo líder en su franja, no deja de ofrecer espectáculo, evasión y un rato de desahogo. Los éxitos televisivos siempre se los lleva el que pone la cara, pero no le pertenecen por completo. Detrás de cualquier espacio que funciona brota siempre un equipo bien ensamblado.
El lunes se fue el presentador y todo fluyó con el allure de la sustituta, de Nuria Roca. La colaboradora entrevistó a Maluma con profesionalidad y tronío, tanto que el capítulo histórico de El hormiguero rozó los 3 millones de espectadores y alcanzó un 16.5% de cuota de pantalla. Un poquito de miedo le pudo entrar al presentador. Probablemente quiso forzar el regreso para evitar que le comieran la tostada.
Esa noche el público dictó sentencia. "Nuria Roca es un SÍ". Tan sí, que más de un tuitero se preguntaba "¿por qué Nuria Roca no está presentando un programa?". Pues no lo tengo muy claro, supongo será cosa de las filias y fobias de los directivos. Imagino. En la televisión los hombres envejecen y las mujeres desaparecen. La tendencia va cambiando, a pasos de hormiga, nunca mejor dicho.
De momento, dadas las circunstancias (deseando que todo pase cuanto antes), tenemos a Nuria Roca en El hormiguero por lo menos un par de semanas más. El que se quede con ganas de más, el viernes 5 de febrero que la busque en TNT, a las 22.00 horas podrá disfrutar de los dos primeros capítulos de la segunda temporada de Road Trip. Estrenada a principios de 2020, la primera temporada narraba el viaje en coche que hicieron Nuria Roca y Esty Quesada por Estados Unidos. Ninguna de las dos se conocía y se arriesgaron a viajar juntas en coche desde Miami a Nueva York. En esta nueva temporada la pareja recorrerá las carreteras españolas. Una nueva ruta en la que la presentadora y la excéntrica youtuber (conocida como Soy una pringada) compartirán sus diferentes visiones de la vida y descubrirán rincones desconocidos de la península. Estoy convencida de que el viaje será tan hilarante como el primero.