El astronómico dineral que se ha embolsado Miguel Bosé en TVE con 'Cover Night'

No es la primera que este tema sale a la luz. Cuando Cover Night estaba recién estrenado, y marcado como uno de lo grandes formatos de La Uno para la temporada, ya hubo rumores del dinero que habrían cobrado los miembros del jurado del concurso musical de TVE. Ahora, con la primera edición del formato recién finalizada, esta información vuelve a llenar a los medios de contenido. El talent, aunque parecía que apuntaba maneras, los datos no han sido buenos. A esto, hay que añadir los rumores del dinero invertido en él. Pese a que el presupuesto ya estaba cerrado con antelación, y ya se escapó alguna pincelada, ahora se ha destapado el caché que habría cobrado Miguel Bosé.

Cover Night, en el prime time de La Uno, ha contado con 12 entregas y con un presupuesto de 9,4 millones de euros. Por cada programa de Shine Iberia, productora también de Masterchef, ha gastado unos 650.000 euros. En el presupuesto, además, se encontraría también el sueldo de cada uno de los miembros del jurado del programa: Bosé, Juan Magán, Mónica Naranjo y Chanel. Según ha adelantado la revista Semana, cada uno de ellos se habría embolsado unos 25.000 euros por gala. Esto es que, por grabar 12 entregas para el prime time cada uno se habría embolsado 300.000 euros.

Miguel Bosé y el pastizal de TVE

Esto representa 1.200.000 euros del presupuesto total de la producción, o sea, un 13% del presupuesto total. El medio mencionado se puso en contacto con RTVE, que señala que cada artista podría haber negociado su caché: "No podemos corroborar si el caché de Miquel Bosé es el previsto en presupuesto o se ha negociado individualmente con cada artista, ya que, ese presupuesto ha podido modificarse en el transcurso del programa", indican desde el ente público. A través de este programa el cantante regresaba a la televisión después de todas las polémicas en las que se ha visto en envuelto.

Cover Night era una de las grandes apuestas de la temporada para TVE, en su apuesta por volver a incluir más formatos de entretenimiento, de ahí su presupuesto. Pero, pese a lo innovador de su dinámica, no ha logrado cuajar muy bien en la audiencia. Los participantes debían cantar una versión de una canción muy conocida por los espectadores, tratando de adaptarla a su estilo y hacerla suya. Durante su interpretación y en los segundos posteriores a que finalice la actuación, el jurado era el encargado de votar verde o rojo para decidir su continuidad. En juego estaba el codiciado premio de 100.000 euros en metálico, un tercio de lo que se habrían embolsado cada uno de los miembros del jurado.