Sofía Ellar se libera y sorprende con un auténtico experimento en su carrera

Mademoiselle Madame. Sofía Ellar. Dos personas muy diferentes pero que comparten ADN. La artista ha tenido en vilo a todos sus seguidores a lo largo de estas últimas semanas. Primero fue un piercing, después un tatuaje. La Sofía Ellar que todos conocíamos había pasado de los colorinchis al negro en un abrir y cerrar de ojos. Su cambio radical tenía a todo el mundo desconcertado… hasta este miércoles.

La cantante congregó a multitud de seguidores, amigos y prensa en los Cines Callao de Madrid para presentar su nuevo proyecto artístico. Vestida de blanco y con peluca negra, Mademoiselle Madame llegó a la cita en la que todos estábamos expectantes por ver qué ocurría y si la Sofía de siempre iba a aparecer en algún momento de la noche.

La velada comenzó con la proyección del corto de sus tres temas nuevos que forman parte de Mademoiselle Madame (Mademoiselle Madame, Fama y El último Johnny Bravo). Tres canciones con un estilo muy diferente al que la cantante nos ha tenido siempre acostumbrados. Ya no andaba descalza. Iba con tacones. Ya no iba con la cara lavada luciendo moreno y su característica luz blanca alrededor de sus ojos. Iba maquillada, muy maquillada. Lo que más sorprendía a todos era su cambio de actitud a la hora de hablar con la gente: seria, distante, parca en palabras.

Mucho se ha estado especulando a lo largo de estas últimas semanas con qué le había podido pasar a Sofía Ellar. Qué había hecho que optara por este cambio tan drástico. Un cambio que ha tenido una explicación y que fue resuelto en cuanto subió al escenario y se quitó la peluca y los tacones. Ahí estaba la Sofía de siempre, la que se ausentó unos segundos para aparecer con vaqueros y sudadera. La chica del azul celeste. La chica que emocionó a todos con el estreno de Libre, su próximo single, y con la energía que siempre derrocha al ritmo de Amor de Anticuario y Bañarnos en Vaqueros.

Sofía Ellar explica a qué se ha debido el cambio

La cantante quiso sincerarse con todos y dijo que a lo largo de los últimos meses había echado en falta preguntas tan simples como ¿estás bien? o ¿qué tal estás? "Algo tan sencillo que durante todo este tiempo y este experimento hemos querido cuestionar", dijo Sofía Ellar. Un experimento social en el que ha estado acompañada por la psicóloga Silvia Congost, quien le ha ayudado a crear el perfil de Mademoiselle Madame en un momento en el que lo estaba pasando mal. Un perfil, sin duda, muy diferente al de Sofía Ellar.

"Lo siento mucho, pero habéis sido partícipes de un experimento social", dijo la artista, asegurando que el mensaje que había detrás de todo ello era positivo. "Soy feliz. No he dejado de serlo nunca, pero creo que son distintos tipos de felicidad. Ahora me siento libre de verdad. Creo que Madame ha sido un poco el escudo de me siento libre, pero en el fondo siempre había algo que se quedaba entre medias. Ahora sí que sí soy feliz, lo puedo celebrar y sentirme con mis pies descalzos y tener mi sello de identidad de siempre y que la gente no sienta que me han perdido", ha confesado Sofía Ellar a ESdiario.

"Habrá algunos seguidores que se habrán marchado antes de ver todo lo que ha ocurrido, pero hay que jugársela. Hay algunos que han empatizado con Madame, que es lo que yo quería en parte. Es un personaje que está perdido, un personaje que me ha costado muchísimos meses labrarlo de la mano de psicólogos", ha comentado. "Esto es un experimento social, creo que lo importante es el mensaje de trasfondo que tiene, que no todas las veces puedes conseguir con un proyecto musical dar un mensaje con tanta potencia, y creo que esta vez lo hemos conseguido", asegura Sofía Ellar. Mademoiselle Madame no se ha ido, pero Sofía Ellar ha vuelto.