Lo que Ana Rosa no contó en televisión el día de su despedida
Los detalles del antes y el después del anuncio de su retirada "que durará al menos 8 meses" y que levantó los teléfonos en palacios y partidos para animar a la presentadora.
Paco, el chófer de Ana Rosa Quintana, madruga mucho como todos los protagonistas de esta historia que arranca a las seis de la mañana. A esa hora se abre la redacción de El Programa de AR en los estudios de Mediaset en Fuencarral y, en el norte de Madrid, la casa de la presentadora enciende la luz. Así arranca cada día, de lunes a viernes, desde hace 17 años el equipo del espacio televisivo líder de las mañanas en España. Hasta el 2 de noviembre de 2021. La enfermedad lo cambia todo.
Una pandemia mundial hizo que La reina de las mañanas iniciara sus ahora famosas editoriales de dos minutos y medio en el arranque del programa. A las 8:55h en femenino y mirando a cámara, algo distinto a lo que el periodismo nos tenía acostumbraos. Iñaki Gabilondo y Luis del Olmo lo hicieron con brillantez en una España de mayorías absolutas azotada por el terrorismo. Ahora Carlos Alsina, Federico Jiménez Losantos o Carlos Herrera las desarrollan en sus respectivas emisoras y con sus miles de seguidores esperando el podcast para deleitarse en diferido. La de Ana Rosa, es otra cosa.
La editorial más difícil y solitaria de Ana Rosa
Tras cuatro días de descanso la periodista madrileña encuentra el modo para anunciar que tiene cáncer y debe retirarse para curarse. Es la decisión más difícil y dolorosa de su carrera porque ama su trabajo, con sus madrugones y sus críticas, su fama y su público. Pero todo eso debe ser pasado. Es el pasado. Ahora, muy a su pesar, solo tiene que pensar en ella y en su salud. El resto, ya no cuenta, deja de ser lo más importante. Al menos desde que leyó su última editorial. La trajo bajo el brazo el pasado martes, escrita desde el corazón durante el puente de todos los santos junto a su familia. Se la entregó al director, Oscar de La Fuente, a los subdirectores y a su querido realizador Iñaki que salió del despacho con ojos tristes y delatores. La redacción se tensa, algo pasa, "sabíamos que nos iba a anunciar algo importante, pero nunca imaginamos que fuera un cáncer", comentan todavía impactados por la noticia los miembros del equipo que la presentadora llama cariñosamente La Familia AR. "No sabíamos nada, la semana anterior hubo mucho movimiento de jefes, pensábamos que quizá habría cambios de organización, pero Ana estaba bien, profesional y simpática como todas las mañanas", añaden quienes tras el anuncio respondieron con un fuerte y cálido aplauso.
Se despide en los despachos con récord de audiencias
Ana Rosa llegó a su redacción como cada mañana a las siete. Pero cambió su rutina en el despacho. Habitualmente saluda a los compañeros de camino a la sala de reuniones (primera parada) donde comenta con los coordinadores y la dirección la noticia del día, el chascarrillo de la tarde anterior o la victoria del Atleti si se da el caso y para picar a su director merengue, con quien se dirige a otro despacho (segunda parada). Allí repasa la escaleta y marca contenidos como si de un derbi se tratara para capitanear a su equipo en busca de una nueva victoria que, en esta última temporada, está batiendo todos los récords. Partido a partido hasta el último, en el que anota un 21,4% de share y 616.000 espectadores. El Programa de Ana Rosa cierra como líder de las mañanas su octubre más competitivo de los últimos 14 años y es el programa con mejor target comercial en day time, con un 21%.
"Si todo sale bien en ocho meses la tendremos de vuelta"
A partir de noviembre la audiencia responderá o no del mismo modo sin Ana Rosa Quintana al frente. Eso lo sabremos pronto. Ana Terradillos, Joaquín Prat y Patricia Pardo se quedarán guardando el fuerte y, como ya han demostrado en verano, manteniendo la profesionalidad y exigencia que exige el formato. Como así lo hacen los redactores y reporteros de las tres secciones del programa (Portada, Actualidad y Club Social) que saben tendrán que trabajar duro estos próximos meses para mantener los buenos datos de audiencia pero que confían que "si todo sale bien en 8 meses la tendremos de vuelta".
Un secreto bien guardado entre unos pocos elegidos
El día que Ana Rosa anuncia públicamente su enfermedad es distinto desde su llegada al trabajo. Allí están las personas de su máxima confianza y, las que faltan, se las trajo para acompañarla en el día más difícil de su carrera profesional. Su hermano Enrique, su secretaria de prensa y Xelo Montesinos, fundadora y socia junto a la presentadora de la productora Unicorn Content. Con ellos llegó el pasado martes a Telecinco para anunciar a su equipo, antes que al público, su retirada temporal del trabajo. Salió del despacho tranquila, la redacción quedó en silencio y, dedicó unas palabras a sus compañeros con una fuerza enorme, emotividad e incluso hizo alguna broma. Así lo relatan quienes estuvieron presentes en el discurso previo al televisado donde la reina de las mañanas anunciaba que iba a dormir un poco más y madrugar un poco menos.
Tras el anuncio privado y el público, la empatía. El teléfono no deja de sonar, los mensajes se acumulan y, entre sus muchos entrevistados, un gran interés por conseguir hablar con la presentadora para trasmitirle suerte y ánimo. Así lo hicieron desde las sedes de partidos de izquierda a derecha, pasando por republicanos y nacionalistas, e incluso desde palacio. Ana Rosa consiguió meterlos en cintura a todos con su editorial del martes porque la salud, como ya hemos comprobado este año, es capaz de convencer a la turba. Y el Mochuelo, de resurgir cual Ave Fénix.