"Nomadland" se alza como ganadora en unos Oscar tan aburridos como históricos

Los Oscar 2021 pasarán a la historia por ser la edición de los records. Ya lo anunciaban las nominaciones, cuya lista presumía por ser la más diversa e igualitaria de la historia. Parece que algo está cambiando en la industria. La de anoche fue una velada femenina, 70 mujeres con 76 nominaciones en total. Una decena de primeras veces destacaban entre las nominaciones. Por primera vez, dos mujeres luchaban por la estatuilla a la Mejor Dirección, Chloé Zhao por Nomadland y Emerald Fennell por Una joven prometedora. Por primera vez una realizadora asiática, Chloé Zhao, fue la mujer más nominada en una sola edición de los Oscar. La directora china se ha convertido en la segunda mujer en la historia en ganar el Oscar a la Mejor Dirección. En 90 años de historia, solo habían estado nominadas cinco mujeres a la Mejor dirección: Greta Gerwing, Kathryn Bigelow, Sofia Coppola, Jane Campion y Lina Wermüller. Hasta anoche, sólo Kathryn Bigelow lo había conseguido por En tierra Hostil.

Así las cosas, Nomadland se ha convertido en la cinta ganadora post pandemia hollywoodiense en una velada aburrida, soporífera y de discursos interminables. Nomadland se alzó como vencedora con tres premios de los seis a los que aspiraba (Mejor película, Mejor Dirección y Mejor Actriz). Contra todo pronóstico y 30 años después de su premiado Hannibal Lecter de El Silencio de los Corderos (1991), Anthony Hopkins, ha ganado su segunda estatuilla dorada por su interpretación en El Padre. Lo cierto es que todos se esperaban que fuera un premio póstumo para Chadwick Boseman. Además, el español Sergio López-Rivera ha obtenido el galardón al Mejor Maquillaje, por su trabajo en La madre de blues.

La madrugada del 26 de abril, la cultura asiática pisó con garbo en las tablas del Dolby Theatre, al igual que entre las paredes de la estación de tren de Los Ángeles. Pateó con tal fuerza que, en la lista del 2021, además de la nominación de Chloé Zhao, destacaba la primera nominación a un actor asiático-americano en la categoría de Mejor Actor Protagonista, a Steve Yeun por Minari y la primera a una actriz coreana, Yoon Yeo-jung, que se alzó con el Oscar a la Mejor Actriz de Reparto. Sí, Glenn Close se ha quedado por octava vez a las puertas de volver a casa acompañada por Oscar.

Arrancó Steven Soderberg con una declaración de intenciones, había prometido el director una gala cinematográfica, una película de tres horas, pero no le quedó la cosa muy redonda. Comenzó la noche con un soberbio plano secuencia que acompañó a Regina King en su camino al escenario y terminó con unas tablas paradójicamente vacías. La última entrega de la noche, el Oscar al Mejor Actor, fue para Anthony Hopkins, que dio plantón a los académicos. Indudablemente fue la despedida más insólita de la historia, a excepción del percance La la land. La clausura merecida para una noche extraña, una gala que pretendía ser un canto a la nueva normalidad y se quedó en un bluf absoluto falto de sentido del humor, sin actuaciones, sin zoom y sin sabor. Más Banderas, más Goya y menos Oscar.

Regina King inauguró la entrega de premios, en su alegato recordó el fallo del jurado de Minneapolis y señaló que, como madre de un joven negro, vivía con el miedo pegado a la piel. Ella fue la encargada de entregar los Oscar al Mejor Guion Original y Adaptado. Emerald Fennell, en su primera nominación recogió el Oscar al Mejor Guión original por Una joven prometedora y Florian Zeller el premio al Mejor Guion Adaptado por El Padre. Zeller adaptó su propia obra de teatro para la película, este Oscar reconocía la calidad de su trabajo y auguraba una noche de sorpresas para esta cinta.

Nomadland, la adaptación de la novela homónima de la periodista y escritora Jessica Bruder, fue la ganadora de la noche, no hubo sorpresas, la cinta jugaba con la ventaja de ser la favorita de las quinielas de los expertos. La película, protagonizada y producida por Frances Mac Dormand, aterrizaba en el Dolby Theather precedida de todos los premios posibles: el León de Oro del último Festival de Venecia, dos Globos de Oro, cuatro premios Bafta y el premio a la mejor película del sindicato de productores, entre otros. La cinta rezuma factura de documental. Narra la historia de Linda May, una mujer que, tras la muerte de su marido, abandona su pueblo, devastado por la crisis, con la intención de explorar una nueva vida al margen de la sociedad consumista. Ella escoge la libertad que le ofrece la vida trashumante y sobrevive gracias a empleos temporales y precarios. Inevitablemente Nomadland rememora a la aplaudida Hacia rutas salvajes de Sean Penn. En la batalla, ésta se queda corta frente al filme basado en el libro de Jon Krakauer. Cautivado por aquella utopía, Penn se puso por cuarta vez detrás de la cámara en 1997 para dirigir la biografía de Christopher McCandless, un joven cuya obsesión le llevó a buscar una misteriosa e insólita comunión con la naturaleza. Al contrario que Nomadland, en aquella historia, el espectador podía intuir desde el principio que el éxodo del protagonista no poseía billete de vuelta. Sean Penn consiguió que el público se identificara con este heredero de Kerouac, gracias a la interpretación de Emile Hirsch, los poemas de Byron y la banda sonora de Eddie Vedder. Puestas en una balanza, Sean Penn se lleva los laureles con diferencia.

De una gala absolutamente olvidable, de unas nominaciones históricas y de unos premios de record, al final solo quedarán en la memoria colectiva las anécdotas de la noche, el discurso emocionado de la actriz coreana Youn Yuh-Jung, el perreo de Glenn Close y el momento en el que Frances McDormand recordó que hay que ir al cine: "Llevad a todos al cine para ver en la pantalla más grande posible todas las películas que están representadas aquí". ¿Qué pensarán en Netflix de todo esto?