El garbeo de Sánchez con Begoña deja al descubierto a su "ministro sin cartera"
La escapadita de cuatro días del presidente del Gobierno y su esposa en plena "jugada electoral" vuelve a poner en evidencia cuál es la verdadera estrategia del líder del PSOE. No hay dudas.
El Gobierno se ha salido con la suya y finalmente se trasladarán los restos de Francisco Franco al cementerio de El Pardo-Mingorrubio, en lugar de el la Catedral de la Almudena.
Luis Ventoso lo tiene claro en su columna de ABC: "El rostro de Carmen Calvo, habitualmente en rictus de semiberrinche progresista, lo transmitía todo" y "transitaba por las teles amigas con una sonrisa desbordada".
Mientras tanto, "nuestro presidente en funciones, que disfruta en Nueva York de un garbeo de cuatro días con su mujer mientras detiene el cambio climático, hacía un inciso en su lucha sin cuartel contra el calentamiento global para saludar la noticia en los términos más solemnes: "Es una gran victoria para la democracia".
Pero para Ventoso no es así porque "la gran victoria para la democracia se produjo en 1978. Entonces los dos bandos que se habían matado con crueldad en la Guerra Civil acordaron el perdón mutuo y el olvido de antiguas y horribles afrentas para abrir juntos un periodo de libertad y concordia".
Fue entonces cuando "acertadamente, Franco pasó a convertirse en materia para los historiadores" y se quedó en el olvido hasta la llegada de Zapatero, experto en remover avisperos que se propuso por motivos familiares un imposible: vengar la derrota republicana en una Guerra Civil de más de sesenta años atrás.
Según Ventoso, "impulsó para ello una Ley de Memoria que solo admite una lectura única: todos los franquistas eran unos sanguinarios criminales y todo lo que hizo Franco fue execrable; todos los republicanos, frentepopulistas y anarquistas eran unos idealistas encantadores, alentados por los más nobles propósitos, y la República fue una Arcadia feliz, una perfecta democracia, que habría ido como la seda de no ser por la traición de cuatro generales africanistas desleales".
En resumen, "Sánchez, que viene a ser Zapatero 2, pero ya sin sonrisas de cortesía, le ha dado otra vuelta de tuerca a las leyes de Memoria, hasta el punto de que decir lo que voy a resumir acabará constituyendo un delito: La República se había convertido en un régimen totalmente fallido, incapaz de hacer cumplir sus propias normas y con el orden público descontrolado. Franco evitó que España sucumbiese a una revolución comunista y acabase bajo una dictadura de ese signo. Pero para ello llevó a cabo una represión durísima, brutal en los primeros años cuarenta, y se convirtió en dictador perpetuo, incapaz en vida de dar paso a las libertades".
El caso es que Sánchez ha convertido a Franco en el "ministro sin cartera del PSOE" mientras en Cataluña "ya se preparan bombas contra España y su democracia y Torra sale en defensa de los terroristas. Pero ahí Sánchez no opina" porque está demasiado entretenido con sus "huesos electorales".