Una teleoperadora "pone en apuros" a Iñaki López y Pardo con sus entresijos
Los presentadores de "Más vale tarde" descubrieron una serie de datos sobre un asunto que molesta a una gran cantidad de la población y que también repercute a la parte contraria.
Tras la condena a una compañía telefónica por el acoso a un particular con una de sus llamadas, Más vale tarde quiso entrevistar este miércoles a la teleoperadora Cristina García, quien reveló en La Sexta los entresijos de su trabajo y las normas que ella y sus compañeros deben cumplir cuando realizan llamadas comerciales.
"Vosotros en ningún momento podéis colgar. Tiene que ser la persona a la que llamáis la que finalmente cuelgue, pero vosotros tenéis que mantener la línea operativa en todo momento con una cierta presión, entiendo, para que la persona a la que llamáis no cuelgue", apuntó el presentador de magacín.
Las tácticas de los teleoperadores
Cristina García comenzó explicando que si un teleoperador cuelga una llamada es "totalmente sancionable y totalmente prohibido". "Trabajamos siempre en base a un argumentario que nos dan según el producto que estemos tratando en ese momento y tenemos una serie de normas estipuladas que es rebatir siempre a lo que la persona al otro lado de la línea te está diciendo para mantener la conversación e intentar llevarla siempre a tu terreno y conseguir la venta", comentó la teleoperadora.
Por su parte, Cristina Pardo quiso saber si cuando un cliente le dice a un teleoperador que no le vuelva a llamar eso queda registrado en algún sitio o no. "Nosotros las llamadas no las hacemos personalmente. Eso es una base de datos automatizada que va realizando llamadas y a nosotros nos avisa de que hay una llamada en curso cuando te pita en el auricular que está la conexión hecha", señaló la entrevistada.
A partir de ahí, los teleoperadores abren una ficha de la persona con la que están hablando y van haciendo anotaciones, como por ejemplo si hay que llamarla en otro horario o si no quiere que se le vuelva a llamar.
Este y el resto de contenidos del programa "pusieron en apuros" a los presentadores, ya que el magacín de La Sexta registró este miércoles su peor dato de la semana, con un 6,1% de cuota de pantalla y 592.000 seguidores.