Mini Clubman 2015, un compacto encubierto
Con la nueva carrocería familiar de su urbano incombustible la marca británica da un salto de segmento y se mete de lleno en la pelea de los compactos, el mercado más importante de Europa.
ara conocer en primicia la nueva imagen del Mini Clubman 2015, la tercera variante de la nueva generación, la marca nos llevo a The Hub Madrid, el lugar donde ha realizado el shooting mundial de esta carrocería, un modelo que si bien hasta ahora representaba un nivel de ventas poco importante, menos del 10%, en su nueva iteración podría llegar a suponer 1 de cada 4 ventas del urbano más famoso de todos los tiempos. Lo primero que advertirán los clientes es que el nuevo Clubman pierde su única puerta trasera suicida y adopta dos accesos normales, una solución mucho más practica que casa a la perfección con su carácter, que aspira a ser el de primer coche de la familia. Una buena habitabilidad, capacidad para 5 ocupantes y un carácter algo más burgués son nuestras primeras impresiones.
Para compensar esa “pérdida” de personalidad, el nuevo Mini Clubman adopta un porton trasero partido en dos mitades que se abren hacia los lados, muy del estilo del modelo original y una solución muy vistosa. El resultado estético es muy bueno, y unido a la enorme ganancia en anchura que experimenta esta carrocería, que es 9cm más ancha, consigue un efecto visual sorprendente. Este Mini tiene además 10cm más de batalla y es 27cm más ancho, con lo que el conjunto es alargado y achatado, destilando mucha deportividad en sus 4,25m de longitud.
Como hemos dicho la habitabilidad es muy buena en su interior, y aunque anuncia 5 plazas sólo 4 ocupantes viajaran cómodos. Además el principal problema para competir en el segmento compacto viene de la mano de su maletero, ya que cubica 360 litros, una cifra ya superada por la mayoría de rivales en esa liga. Lo bueno del Mini es que se puede aumentar hasta los 1.250 litros si plegamos los asientos y que las formas son muy cuadradas, y la verdad es que la compra de este modelo se guiará más por el corazón que por los datos, con lo que el dato puede resultar un mínimo aceptable.
La calidad en el interior sigue la norma Mini, y además de un diseño que sigue enamorando a pesar del paso del tiempo, su romanticismo no tiene fecha de caducidad, los ajustes y los materiales convencen en todas sus mediciones, especialmente después de presionar el botón de arranque tipo “caza militar” y sentir la respuesta de las mecánicas y el buen hacer de su puesta a punto dinámica. En este sentido es verdad que el Mini ha perdido algo de su inmediatez de respuesta y se nota mucho más burgués, un peaje que hay que pagar para que toda la familia disfrute a bordo. Eso sí, los tres modos de conducción (normal, sport o green) siguen disponibles mediante el mando giratorio de la parte inferior de la palanca de cambios.
La oferta mecánica del nuevo Clubman parte de versiones ya conocidas en sus hermanos más pequeños. Las terminaciones One, Cooper y Cooper S, marcan la tónica de abajo a arriba, y las potencias disponibles son 116, 150 y 190CV en diesel respectivamente o 102, 136 y 192CV para las versiones movidas por benzina. Los dos menos potentes son de tres cilindros y los cuatro más potentes son de cuatro. Es novedad en la gama que además de los cambios manuales y automáticos de 6 marchas los motores más poderosos pueden llevar el cambio de 8 marchas automático de origen BMW, una de las mejores transmisiones del mercado. Los consumos parten de 3,8 litros a los 100 para el One Diesel y de 5,1 para el One gasolina.
El nuevo Clubman estrena freno de mano eléctrico, que permite eliminar la palanca del freno de mano, lo que deja una consola más diáfana. También es novedad un Head Up Display mucho más completo y de fácil lectura y a nivel de seguridad monta el control de crucero adaptativo o el sistema de detección de peatones con frenado automático. La personalización a la carta es por supuesto una máxima en este modelo, y cada cliente encontrará un modelo que le represente como ningún otro coche del mercado, y todo ello parte de los 23.800 euros que cuesta el One de 102Cv de gasolina, 1.000€ menos que la variante diesel de 116CV.