Los SUV premium alemanes aprietan las tuercas a Land Rover
Hay una guerra encarnizada por dominar el segmento de los todoterrenos de lujo, categoría fundada hace casi medio siglo por Land Rover y que en los últimos años ha crecido exponencialmente.
En junio de 1970 Land Rover presentó el primer todocamino de lujo de la historia. Su nombre, Range Rover (con carrocería tres puertas y tracción permanente a las cuatro ruedas con bloqueador de diferencial central) sería el germen de toda una dinastía: Range Rover, como familia de lujo dentro de un especialista de vehículos 4x4 como es Land Rover. En los 80 llegó el Range Rover de cinco de puertas, con el cambio de siglo se lanzó el Range Rover Sport y hace cinco años el flamante Range Rover Evoque, que atacaba al segmento de moda de los SUV en formato compacto.
Con este portafolio de lujo, Land Rover ha dejado de fabricar 68 años después el Defender (su 4x4 puro) y ha dado carrete a la nueva estirpe Discovery con personalidad propia y una gama de modelos que irá creciendo (el primero ha sido el Discovery Sport). ¿Y tantos cambios por qué? Por el fuego a discreción de las marcas de lujo alemanas (Audi, Mercedes y BMW), canibalizando, modelo a modelo, segmento a segmento, versión a versión, el mercado de 4x4 de lujos.
Centrándonos en lo que ocurrió en España el pasado año 2015, Jaguar-Land Rover (marcas hermanadas, propiedad de la india Tata) vendió más coches que nunca. Números históricos que, sin embargo, por separado, presentan un crecimiento exponencial de la marca de berlinas y coupés (81%) y más modesto en el caso de Land Rover (17%) con un total de 9.215 matriculaciones: menos que la media del mercado (21%).
Por modelos, caen los Land Rover Defender (422 ventas, un 21,3% menos que en 2014) y Land Rover Freelander (18 unidades, un 95,8%), es decir, dos gamas que están en proceso de extinción, mientras que los afamados Range Rover, en pleno apogeo, se estancan por completo. En concreto, el Evoque, que, después de la euforia inicial y tras cinco años casi sin cambios, sufre el desgaste (5.373 unidades, un 1% más). La gran baza en 2015 del fabricante británico ha sido el nuevo Discovery Sport, sustituto del Freelander y que ha vendido 1.861 unidades en su primer año.
Comparado con la competencia alemana, las ventas de Land Rover siguen quedándose muy por detrás. El producto estrella de la marca, el Evoque, es superado por dos de sus rivales directos: Mercedes GLA (7.361 unidades, un 56,6%, el SUV de lujo más vendido en España) y Audi Q3 (6.210 matriculaciones, un 33,5% más que en 2014). Mientras que al BMW X1, afectado por el cambio generacional en el último trimestre del año (3.437 unidades en total, una caída del 18,7%), ha protagonizado un espectacular diciembre (647 matriculaciones, sólo por detrás del GLA).
Por su parte, el nuevo Discovery Sport con casi 2.000 matriculaciones en sólo medio año a la venta es la nueva gran ilusión de Land Rover. Dejando aparte al veterano Audi Q5 (4.359 unidades, un 18,4% más), el modelo británico casi iguala al BMW X3 (2.367 unidades y con una caída del 4,2%; sin contar a un X4 que es prácticamente la misma carrocería y sumó 1.728 unidades) y supera a la suma del Mercedes GLK y su sustituto GLC (1.308 matriculaciones).
Un escalón por encima, Land Rover fusiona en una misma gama a los Range Rover y Range Rover Sport (1.541 matriculaciones, un 15% más), cuando realmente no comparten ni plataforma, sus precios son dispares y sus dimensiones también distan entre sí. De cualquier manera, “el modelo conjunto Range Rover” es superado por BMW, el único de los alemanes que por el momento tiene dos modelos (X5 y X6) en el segmento SUV-E, se dispara por encima de las 2.600 unidades entre ambas carrocerías.
Por último, el Defender superó claramente al único 4x4 puro de la guardia alemana, el Mercedes Clase G, que apenas vendió unas testimoniales 22 unidades por las más de 400 del modelo británico.