La Fórmula E culmina su segunda y exitosa temporada
El mundo del automovilismo evoluciona hacia lo eléctrico y la competición no se ha quedado atrás. Desde 2014 la Fórmula E triunfa con vehículos de élite que se propulsan con electricidad.
Su receta del éxito se basa en el concepto, pero se ha apoyado en más pilares. La "energía verde", poco o nada contaminante y la pasión del mundo del motor han sido dos claves, pero la publicidad y la igualdad entre sus participantes, añaden especias para crear un plato más emocionante. Ha triunfado y lo ha hecho gracias a un equilibrio entre los coches de todos los participantes que ocasiona carreras muy competitivas y que ponen a prueba el talento del piloto. Además, la campaña publicitaria ha sido inteligente apelando al espíritu sostenible que impera en todas partes para ir asentándose poco a poco y le ha valido a la competición para conseguir afianzarse.
La guinda, la ponen las últimas dos carreras a las que se llega con un resultado muy ajustado, donde Lucas di Grassi y Sébastien Buemi se juegan el campeonato, separados por un solo punto. La emoción se vive desde los inicios de la competición, y eso atrae a mucho público, cansado de grandes diferencias en otras disciplinas. También entra en la terna Sam Bird, del DS Virgin Racing, pero que necesitaría ganar las próximas dos carreras y que ni Buemi ni Di Grassi sumasen un solo punto más al casillero. Las carreras decisivas se disputan el dos y tres de julio en Londres, un trazado de 2,975 kilómetros y 17 curvas.
La competición, una idea de Alejandro Agag, nació por la conciencia medioambiental y como espejo para que en el futuro el transporte tienda cada vez más hacia lo eléctrico. Esto se consigue alimentando el interés del público en este tipo de vehículos, lo que anima a las empresas a investigar y desarrollar productos cada vez mejores y más baratos, que acercan la realidad del coche eléctrico al consumidor general. Es cierto que actualmente un vehículo propulsado únicamente por electricidad es caro, no hay demasiados puntos de recarga y las baterías no consiguen una autonomía suficiente. Por tanto, estas acciones consiguen que todo sea posible más rápido.
Los patrocinadores han acabado sintiéndose atraídos por el proyecto. Marcas prestigiosas como Michelín, pionera en su apoyo, Renault o Tag Heuer han acabado sumándose al proyecto. Es un dato importante, teniendo en cuenta que todas ellas también participan en la Fórmula 1. También tiene mucho que decir en la Fórmula E fue Jean Todt, el presidente actual de la FIA. Su idea era usar coches de competición limpios y llevarlos a grandes ciudades, donde cada vez más se necesitan este tipo de vehículos para disminuir la contaminación. En la presente campaña, se ha competido en Berlín, Pekín, París y Buenos Aires, entre otras. Grandes urbes que pueden ver en primera persona coches de competición que no necesitan combustible fósil. Es una carrera, pero también es un mensaje. Las televisiones que comenzaron a dar cobertura a la FE fueron CCTV, Canal +, Sky Deutschland, ITV, Fox y Mediaset, lo que supuso un altavoz para dar a conocer el novedoso modelo.
Los propios pilotos de Fórmula 1 han mostrado el descontento con su propia competición y la comparativa con otras, cosa que puede inmiscuir a la Fórmula E. Fernando Alonso fue contundente: "Esta F1 no le gusta a nadie y por eso las audiencias siguen bajando", comentó. Las audiencias en el mundo del motor suelen migrar de una competición a otra, por lo que es probable que algunos seguidores de la Fórmula 1 se hayan trasladado a la Fórmula E.
En definitiva, contamos con una competición nueva y que lleva los valores del ecologismo por bandera, por lo que el futuro de la Fórmula E parece muy prometedor. Lucas di Grassi y Sébastien Buemi pueden inscribir su nombre con letras de oro en una competición que ha llegado para quedarse y que, a pesar de estar dando sus primeros pasos, cuenta con un respaldo financiero plenamente sólido tras la llegada de Discovery y Liberty Global a su capital . Y el modelo cada día va a más, con las principales capitales del planeta pujando por hacerse con uno de sus e-prix.