Cómo usar el navegador con seguridad
Los navegadores GPS se han convertido en un elemento muy popular entre los conductores de todo el mundo. Son muy útiles, pero para usarlos con seguridad hay que seguir cuatro pasos básicos.
La conducción siempre presenta riesgos, por lo que es deber de los usuarios de los medios de transporte, especialmente del conductor, minimizarlos lo máximo posible para lograr el objetivo de llegar al destino en las mejores condiciones posibles. Además, hay que conocer los nuevos métodos de seguridad y las tecnologías, para saber usarlos correctamente y que logren su propósito eficazmente, sin que comprometan o aumenten los riesgos en la marcha.
En verano, aumenta el número de desplazamientos y su riesgo, por lo que hay que también hay que tomar en cuenta este factor. También hay que hacer especial hincapié en los navegadores GPS, que ya están perfectamente integrados en el uso diario de la mayor parte de los conductores y su uso puede ser peligroso, por lo que es conveniente enfocarnos en este punto.
En pleno mes de vacaciones, como es agosto, el navegador se convierte en el copiloto más cotizado para guiarnos hacia rutas desconocidas. Sin embargo, y a pesar de ser un aliado en carretera que ahorra tiempo en los desplazamientos y reduce el consumo de carburante, no está de más recordar que es preciso utilizarlo con responsabilidad para evitar distracciones al volante. Arval se encarga de refrescarnos cuatro sencillas claves para usarlo de la mejor manera posible.
1. Cuidado con colocarlo en la salida del airbag: El navegador no puede ir colocado en cualquier parte del coche. Debe estar situado estratégicamente para no reducir la visibilidad del conductor –si no se hace así, la multa puede ascender hasta los 200 euros- y siempre fijo al mecanismo oficial del fabricante, para evitar que se caiga provocando distracciones. Además, importante, se debe instalar donde no pueda taponar la salida del airbag en caso de accidente.
2. Programar la ruta con antelación: Para evitar cualquier despiste al volante, es preciso programar la ruta antes de comenzar a conducir o mientras el coche esté parad; de lo contrario, seremos candidatos a una multa de 200 euros y a la retirada de tres puntos en el carné. Para explicarlo de forma más gráfica: distraernos durante “sólo” 3 segundos por manipular el navegador a una velocidad de 120 kilómetros por hora supone recorrer una distancia de más de 100 metros – aproximadamente como un campo de fútbol- y perderse cinco de cada diez señales. Además, disminuye la capacidad de reacción, aumentando el riesgo de accidentes.
3. Las instrucciones, por voz: Por el mismo motivo, conviene bloquear el uso del navegador mientras se conduce porque son dispositivos con interfaces poco amigables, que requieren cierta concentración para incluir las direcciones; una atención que no debemos quitarle a la carretera. Por supuesto, hay que seguir las indicaciones por voz sin “caer en la tentación” de mirar la pantalla y así centrarnos al 100% en el volante.
4. Al salir del coche, no lo dejes al sol: También es importante que al salir del coche, nos acordemos de guardarlo en lugar seguro para que el navegador no quede al sol, ni sometido a altas temperaturas en el interior del coche, porque puede provocar daños en los componentes del sistema de navegación.