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Mazda CX-5 2017, un salto de calidad innegable

En una época en la que los SUV apuestan por las líneas agresivas y la tecnología, el nuevo Mazda CX-5 2017 ha apostado por el confort y la calidad y pasa a competir con los modelos premium.

Mazda CX-5 2017, un salto de calidad innegable

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Mazda ha renovado su modelo estrella, el CX-5, responsable del 40% de las ventas en nuestro país y piedra de toque para una nueva era en sus vehículos que adoptan un nivel de calidad nunca visto en la marca. Ha sido una tarea especialmente delicada, ya que es uno de los modelos más demandados de la marca y milita en la categoría más complicada, pues muchas otras marcas están apostando fuerte por el segmento SUV y la competencia es feroz. Su unimos las ventas de su 'hermano pequeño, el CX-3,' los SUV suponen para la marca japonesa el 60% de sus ventas en España.

Los componentes mecánicos del nuevo Mazda CX-5 se han revisado en profundidad, para mejorar las prestaciones y el confort. El chasis, la suspensión y los motores han sido los que más cambios han recibido, con lo que el renovado SUV nipón da un importante salto cualitativo en sensaciones de conducción.

Exteriormente, el CX-5 presenta una estética más moderna y equilibrada, abandonando esa sensación de verticalidad que transmitía la primera generación. A primera vista nos trasmite un estilo moderno y con ciertos toques que delatan una mayor percepción de calidad. Ha crecido un imperceptible centímetro de largo, con 4,55 metros de longitud, manteniendo 1,84 m de anchura y quedándose en 1,68 m de altura.

Ahora, puede incorporar llantas de hasta 19 pulgadas. También llaman la atención son las nuevas ópticas LED en el frontal y en el trasero, que consiguen un toque más vanguardista, mayor luminosidad e iluminación de carretera inteligente.

En el interior, también se han incluido muchas mejoras. Los asientos delanteros han optimizado su ergonomía, con una posición de conducción más confortable. El conductor puede encontrar con mayor facilidad la mejor postura para conducir, especialmente gracias a los asientos con reglaje eléctrico. También se ha incluido el portón trasero automático, un gadget que ya es indispensable en este nivel de competencia.

En el interior, se ha seguido apostando por el confort de marcha y una mejora tecnológica. Se ha apostado por insonorizar mejor el habitáculo, gracias a un parabrisas más grueso, nuevas juntas en las puertas y más cantidad de material aislante. También se percibe la mayor calidad con detalles como el tapizado de la guantera. Todo ello supone unos 40Kg más de peso, aunque sigue siendo una referencia frente a sus rivales.

También se ha mejorado la consola central, que ahora está más orientada hacia el conductor, así como pequeños detalles como elevar la palanca de cambios 4 centímetros (6 en el cambio automático), para que esté más a mano del conductor. El sistema multimedia MZD Connect se ha actualizado y se incluye de serie. Cuenta con una pantalla de 7 pulgadas y un sistema de conectividad notable, pero que todavía no incluye Apple CarPlay ni Android Auto. El equipo de sonido es marca BOSE, por lo que garantiza calidad. Por lo demás, no ha variado en exceso. El espacio de carga del maletero se amplía 14 litros, hasta los 477L.

Las motorizaciones siguen iguales que las de la versión de 2015, pero con una tecnología llamada High-Precision DE Boost Control, Natural Sound Frecuency Control y Natural Sound Smoother. Con ellas, se consigue optimizar la sobrealimentación, las vibraciones del motor en la inyección y contrarrestar las vibraciones de los motores diésel, respectivamente. Cuenta con un propulsor diésel en dos potencias, 2.2 SKYACTIV-D de 150 y 175 CV, y dos de gasolina, el conocido 2.0 SKYACTIV-G de 165 CV y un nuevo 2.5 de 195CV con tecnología de cilindros desconectables. La marca es plenamente consciente que el mercado demanda más gasolina que diesel.

A nivel dinámico, se han añadido funciones como el G-Vectoring Control, para suavizar la aceleración longitudinal y transversal en el paso por curva. Hay tres niveles de equipamiento que se pueden seleccionar para el CX-5: Origin, Evolution y Zenith, y desde el inicio ya contamos con una amplia dotación. La versión más básica incluye climatizador bizona, luces y parabrisas automáticos, faros LED y llantas de aleación de 17 pulgadas. De ahí en adelante crecen los detalles y la dotación tecnológica, que puede ser de lo más completa. El precio de salida es de 24.600 euros.