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Las averías típicas del invierno: ¿Cuáles son y cuánto cuestan?

Necesitamos mantener el vehículo en óptimas condiciones todo el año, pero en invierno especialmente, ya que aumenta el riesgo de avería. Conviene saber los problemas típicos y su precio.

Las averías típicas del invierno: ¿Cuáles son y cuánto cuestan?

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El invierno es una de las épocas donde más sufre el vehículo. La baja temperatura unida a las precipitaciones y las variaciones térmicas, hacen que los materiales de nuestro coche se resientan. Para evitar las averías en cualquier época del año, es necesario hacer un correcto mantenimiento del automóvil.

A pesar de todo siempre aparecerán problemas, por lo que conviene saber cuáles son las averías típicas asociadas al frío, así como su precio medio. Por otro lado, también tenemos que tener en cuenta los peligros de la conducción en invierno.

Batería

Esta es una de las averías que más se detectan en invierno, ya que es uno de los elementos más sensibles a las bajas temperaturas. Afecta sobre todo a aquellas que llevan ya varios años instaladas y que con el frío tienden a descargarse y pierden capacidad de recuperación, siendo imposible arrancar el coche. Si la batería lleva mucho tiempo instalada, lo más recomendable es sustituirla por una nueva. El coste de esta reparación ronda de media los 230 euros.

Motor

Con el frío, se recomienda calentar el motor al ralentí. Al arrancar el coche, hay que esperar un par de minutos minutos para que el motor y los líquidos principales del vehículo (aceite, líquido de dirección, frenos...) alcancen un mínimo de temperatura. Si esto no se hace así, no se consigue la lubricación necesaria y se puede llegar a dañar todas las piezas móviles del motor. Depende del alcance de los daños el coste puede ser desde 1.000 euros hasta los 1.500 euros por gripar el motor, o en el peor de los casos dejándolo inservible.

Líquido refrigerante

Es necesario comprobar el estado del líquido refrigerante. Aunque una de las propiedades de éste es que es anticongelante hasta determinadas temperaturas, con el uso y el paso del tiempo va perdiendo propiedades. En caso de que éste se haya deteriorado es importante cambiarlo, si no puede no llegar a cumplir con su cometido de refrigerar el motor o en el peor de los casos llegar a congelarse. Un cambio a tiempo de este líquido cuesta unos 70 euros, según el vehículo. Si lo dejamos pasar y no lo cambiamos podemos ocasionar sobrecalentamiento del motor y ocasionar rotura de la culata llegando a costar hasta los 3.000 euros.

Otros líquidos

El aceite, el líquido de dirección o de frenos son fluidos vitales para el correcto funcionamiento del vehículo. Estos tienen que estar en perfecto estado y el coste de cambiarlos sale de media unos 49 euros.

Calefacción

Durante el resto del año no se suele utilizar, por lo que cuando llega el frío y nos disponemos hacer uso de él, éste no funcione correctamente. Esto puede deberse a que el radiador de la calefacción esté obstruido por culpa de los residuos sólidos que flotan en el circuito del refrigerante. En este caso es necesario hacer limpieza y carga del circuito y el coste de esta intervención es de unos 150 euros.

Gomas del limpiaparabrisas

El uso de los limpiaparabrisas es continuado a lo largo del año, y los cambios de temperatura secan las gomas y las dejan rígidas, por lo que pierden eficiencia. Además, con las heladas del invierno, éstas pueden congelarse, quedándose pegadas al parabrisas y llegando a romperse al tratar de despegarlas o poner el sistema en funcionamiento. Sustituir las gomas a tiempo tiene un coste de 36 euros. Pero si lo dejamos pasar y ocasionamos que se rompa el limpiaparabrisas esto puede causar la anulación de éstos y su coste de sustitución ronda la media de 50 euros.

Otros problemas

Es aconsejable revisar el correcto funcionamiento de la luneta trasera térmica para poder ver en todo momento lo que sucede por detrás y que el cristal no se empañe. También es muy importante comprobar el estado de los neumáticos. En invierno y ante la presencia de hielo en la calzada, los neumáticos en mal estado aumentan las probabilidades de hacer aquaplaning y sufrir un accidente.