Suzuki Swift Sport, esencia de conducción
La última generación del Suzuki Swift Sport tiene su principal argumento de venta en una dinámica al volante que prima el placer de conducción. Un peso rozando la tonelada y un motor turbo.
Con un peso total de apenas 1.000 kilos gracias a su plataforma aligerada y con un pequeño motor 1.4 turboalimentado con una potencia específica de 100CV por litro, el nuevo Suzuki Swift Sport es un coche de prestaciones claramente deportivas, y su imagen lo reafirma. Con una línea exterior potente y agresiva, llantas de 17 pulgadas y un spoiler aerodinámico coronado con una doble salida de escape en la parte posterior, el nuevo hatchback japonés es un placer para la vista y los sentidos.
Este nuevo Suzuki Swift Sport se presenta así como una bocanada de aire fresco para los clientes que siguen disfrutando del placer de conducir en un mercado en el que parece que ya sólo se puede hablar de eficiencia, hibridación y vehículos eléctricos que contaminen lo menos posible. Pero cuidado, que la nueva versión deportiva del pequeño urbanita nipón no renuncia a un espacio interior más que suficiente (ahora homologa 5 ocupantes y su maletero ha crecido hasta los 265 litros) y su puesta a punto, siendo deportiva, no resulta para nada incómoda, la plataforma Heartec es la responsable.
Es más, controlando nuestra conducción podremos obtener una eficiencia más que notable de su pequeño motor que ha homologado un consumo medio de 5,6 litros a los 100. El abandono del motor atmosférico de la anterior generación por el nuevo “boosterjet” con turbo marca la diferencia en el comportamiento del nuevo Swift Sport, que se siente mucho más lleno y vivo en todo el rango de revoluciones. Sus 230Nm de par le permiten acelerar de 0 a 100 en apenas 8 segundos, y la velocidad máxima es de 210Km/h. La caja manual de 6 velocidades a la que va a asociado tiene un buen tacto, aunque siendo puntillosos podría tener un tacto más duro y corto.
Su equilibrio dinámico le permite moverse con fluidez en todos los terrenos, el aumento de batalla le da más aplomo a alta velocidad, mientras que en curvas es ágil y la frenada permite ser contundente con el pedal sin movimientos extraños. A altas velocidades el ruido aerodinámico es inevitable, pues el peaje de su contenido peso es un aislamiento acústico limitado. Eso también se nota en los acabados interiores, que aunque han ganado enteros pecan de algunos plásticos duros que no transmiten toda la calidad que nos gustaría.
El equipamiento de esta versión, que es la tope de gama, si cuenta con una diferenciación considerable, y en ella destacan unos asientos muy envolventes que permiten disfrutar del abundante torrente de sensaciones al volante. Pantalla táctil, sistema de infotainment con Apple Car Play y Android Auto, climatizador, luces automáticas, volante calefactado y asistentes de cambio de carril y de luces largas junto con el control predictivo de la frenada o la alerta antifatiga completan su dotación. El precio de 21.370 euros tiene un descuento promocional de 2.000 euros que lo deja en 19.370 euros, un coste muy justo para un producto redondo.