Pedro Sánchez emula a Zapatero en la carretera, 90Km/h máximo

La realidad sin embargo parece ir más por la oposición del ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska y del director de la DGT, Pere Navarro, a la iniciativa del anterior Ejecutivo de reformar la ley de Tráfico y apostar por reformas legales puntales como ajustar los límites de velocidad o aumentar el castigo al uso del móvil al volante. El caso es hacer lo contrario.

El gobierno, rebajando el límite de la velocidad en las vías convencionales, quiere que España se homologue con otros países europeos como Francia, que recientemente ha reducido a 80km/h y se sitúe más en sintonía con Bélgica, Croacia, Grecia, Italia, o Portugal, que tienen un máximo de 90 km/h en este tipo de vías.

Es verdad que las carreteras convencionales -un carril por sentido- son las que acumulan el 77 % de los fallecidos, pero la mitad de los accidentes se produce por una salida de vía, con lo que invertir en la mejora de su señalización y mantenimiento sería una actuación previa a limitar una velocidad que ya estaba muy ajustada.

7.000 kilómetros afectados

La intención de Tráfico es que la reducción de la velocidad sea efectiva en los primeros meses del año, ya que la DGT se ha fijado un plazo de 30 días para adaptar todas las señales existentes mediante pegatinas, tal y como ya se hizo cuando se redujo temporalmente la velocidad en autovías y autopistas a 110 en 2011 najo la legislatura de Zapatero, al que Pedro Sánchez parece empeñado en imitar.

Esta reducción en el límite máximo afectará a alrededor de 7.000 kilómetros de carreteras en las que hasta ahora se podía circular como máximo a 100 km/h si tenían un arcén de metro y medio. Además, los conductores de furgonetas, camiones y autobuses que hasta ahora podían como máximo alcanzar los 90km/h en estas vías tendrán que circular con un límite de 80km/h.