Ford Raptor, un todoterreno para “gourmets” del 4x4
La versión más extrema del Ranger, el pickup de Ford, es prácticamente un coche de competición matriculable con unas capacidades offroad sin rival en el mercado. Además, es barato y equipado
La versión Raptor del mastodóntico F150 es un modelo de culto en Estados Unidos de un tipo de coche que lleva triunfando en el mercado americano más de 20 años. Aunque a este lado del charco los pickups siempre se han asociado a tareas más de trabajo que de ocio, el cambio de reglamentación que experimentaron el año pasado y que les permite circular a 120Km/h en autovía ha hecho que sus ventas se dupliquen.
Ante ese panorama, y aunque el Ford Ranger ya dominaba con mano de hierro el segmento en nuestro mercado con prácticamente un 33% de cuota, la marca americana ha decidido traer a Europa la versión más especial y salvaje de su pickup, el Ranger Raptor. Hablamos de un coche con una preparación específica llevada a cabo por Ford Performance que consigue ofrecer una verdadera máquina para practicar 4x4, con unas aptitudes excepcionales en cualquier terreno y una estética que enamora por su brutalidad.
Ford Performance es la división encargada de los coches más radicales. Las versiones RS son las que ofrecen las máximas sensaciones en la carretera, y los Raptor son su equivalente para fuera del asfalto. La clave está en su chasis y suspensiones que, gracias a recurrir a los mejores proveedores y a unos ajustes dinámicos de primera, ofrecen un coche con sensaciones de competición para uso diario. Los amortiguadores son obra de Fox, una referencia, y los 5cm de más de altura y recorrido que consiguen hacen que el Raptor lea siempre el terreno y tenga una motricidad y estabilidad a prueba de bombas.
Con el Raptor Ford ofrece un coche de preparación profesional matriculable
El eje rígido trasero con anclaje multibrazo consigue además que el Ford Raptor sea mucho más ágil en carretera que cualquier rival de su clase, que siempre se muestran rebotones por las ballestas. A pesar de su imponente presencia en la carretera simpre se muestra preciso y va bien guiado transmitiendo muchísimo confort al pasaje independientemente del terreno por el que se circule. Por si fuera poco la base técnica, el control electrónico de estabilidad tiene una función de mitigación de balanceo, otra de control de balanceo de remolque y añade asistente de arranque y de descenso en pendientes y control adaptativo de carga.
A nivel mecánico el Raptor se conforma con un motor muy del estilo Europeo, una versión biturbo del diésel EcoBlue de 2.0 litros, que desarrolla 213CV de potencia y 500Nm de par y se combina con una nueva caja de cambios automática de 10 velocidades por convertidor de par heredada ni más ni menos que del Mustang. El conjunto es más que satisfactorio y mueve mejor de lo esperado las 2,5 toneladas que pesa el Ranger Raptor, pero su problema es que como va tan sobrado dinámicamente, el coche admitiría un bloque más poderoso sin inmutarse.
El motor tiene un comportamiento magnífico, pero el chasis es de sobresaliente y admitiría más potencia sin pestañear
En el interior el Raptor Ranger es atractivo, amplio, y muy cómodo. Los cristales acústicos mitigan mucho lo que ocurre fuera, y la tapicería de cuero, los asientos con reglaje eléctrico, el climatizador bizona, el equipo de sonido, el control de crucero automático, los faros led, los asistentes a la conducción y la conectividad hacen que su equipamiento sea el de una gran berlina. Por fuera sin embargo la preciosa calandra específica, sus pasos de rueda ensanchados y sus espectaculares llantas calzadas con los enormes neumáticos 285/70 R17 BFGoodrich All-Terrain que sobresalen de la carrocería nos recuerdan que estamos ante un producto único en su especie.
A España llegarán apenas 300 unidades, de las que el más del 65% ya están vendidas, y es que los 56.250 euros que Ford pide por el Ranger Raptor, y que además se quedan en apenas 52.000 con campañas (y en menos de 45.000 si se compra como empresa ahorrando impuestos) se puede considerar un precio imbatible para el producto que se consigue. Solo el Volkswagen Amarok o el Mercedes Clase X con motores V6 pueden equipararse, pero sus limitaciones son mucho mayores y su precio también.