Opel “afina” el Insignia, que baja de los 100g de CO2
La berlina del rayo quiere seguir compitiendo en un segmento de nicho pero de imagen donde la exclusividad es un valor. Las nuevas mecánicas intentan paliar la ausencia de electrificación.
En los 13 años que el Opel Insignia lleva comercializándose van más de 1,2 millones de unidades vendidas (90.000) de ellas en España, un éxito comercial que el grupo PSA ha sabido apreciar y por eso este modelo sigue vigente todavía con la plataforma heredada de General Motors. Es este un peaje que implica que no hay ninguna versión con etiqueta ECO en su gama, pero la última renovación a la que acaba de ser sometido llega con una pléyade de mecánicas diésel y gasolina que van desde 122 hasta 230CV y cuyas emisiones parten de los 99g/km de CO2. Habrá que esperar a 2023 para ver un Insignia sobre la plataforma EMP2 de PSA.
Hacía 3 años del último lavado de cara del Insignia, y es por ello que las diferencias estéticas de la nueva generación son de detalle y esconden sobre todo mejoras tecnológicas, como es el caso de los nuevos faros matriciales Pixel LED, que gracias a sus 84 segmentos por faro, 5 veces más que los anteriores, permiten seguir ofreciendo la mejor iluminación del segmento de las berlinas medias. Más allá de esto, la elegancia era ya un valor innegable de este coche de 4,9m que no se deja intimidar por los SUV gracias a su atractiva carrocería Sports Tourer familar.
El habitáculo tampoco presenta cambios de relevancia, pero mejora del equipamiento que añade alerta de tráfico cruzado trasero con reconocimiento de vehículos y peatones o un completo Head Up Display. El sistema de infoentretenimiento mejora la pantalla táctil, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y entre las funciones de ayuda a la conducción no falta la alerta de colisión frontal con frenado automático de emergencia y detección de peatones. Hay cuatro acabados disponibles para esta berlina que se fabrica en Rüsselsheim (Alemania).
Las mayores novedades se encuentran por tanto debajo del capó, con nuevos motores y transmisiones. La gama arranca con el nuevo diésel tricilindrico de 1.5 litros y 122CV, que frente al bloque 1.6 anterior consigue una eficiencia un 18% superior. Hay otro bloque de gasóleo que da 175CV para los que necesiten más prestaciones. En gasolina todas las versiones recurren al 2.0 turbo en versiones de 170 ó 200CV y que es el primer motor en Opel con desactivación selectiva de cilindros, es decir que en conducción tranquila sólo usa dos de los cuatro.
Los diésel puede montar cajas de cambio manual de 6 marchas o automático de 8 mientras que los gasolina instalan una caja automática de 9 velocidades. Una vez en marcha esta berlina sigue demostrando sus virtudes, que son un gran chasis con fenomenal aplomo en la carretera, un interior con unos asientos que son de los mejores del segmento y un cuadro de mandos que nos encanta por como combina lo digital con lo analógico. Este nuevo Insignia ya está disponible en España por un precio que parte de los 33.500 euros, mientras que el tope de gama llega hasta los 45.000 euros. Más adelante Opel lanzará una versión GSI de 230CV.