Opel “afina” los motores del Astra para terminar su ciclo
A pesar de que el compacto alemán todavía mantiene la plataforma de General Motors, su eficiencia sigue siendo encomiable sin recurrir a ningún tipo de electrificación, un rara avis.
La quinta generación del Opel Astra es un coche que se presentó allá por 2015 y que en 2016 se llevó el premio del Coche del Año en Europa. Con 5 años de vida se encuentra por tanto en el “teórico” medio ciclo de vida comercial, pero como en este periodo parece que ha pasado una vida en lo que a tecnología se refiere y, además, Opel fue adquirida por el Grupo PSA, la situación del compacto alemán es singular y permite planteárselo como una muy inteligente opción de compra si vamos a hacer muchos kilómetros por carretera.
La nueva generación del Astra llegará en un par de años sobre la plataforma electrificada del grupo francés EMP2, y hasta entonces había que darle continuidad a un modelo que destaca por ser un conjunto muy equilibrado, con un diseño que ha envejecido muy bien y muy buena habitabilidad. La solución ha sido afinar al máximo sus mecánicas y dotarle de tecnología acorde con los tiempos que corren, y el resultado es que te puedes llevar a casa todo un compacto alemán con acabado GS Line Ultratec por 15.900 euros, y eso sin restarle los descuentos de financiación ni plan Renove.
Un dato deja clara su importancia. El Astra sigue siendo el segundo modelo más vendido de Opel, solo por detrás del Corsa, que si tiene ya una nueva y fenomenal generación bajo el paraguas PSA. En concreto, son ya 14 millones de unidades vendidas del Astra por la firma alemana. Y si ampliamos al Kadett de 1936, entonces sumamos ya 25 millones de coches en 11 generaciones. Y España es su cuarto mercado más importante, siendo este modelo uno de los 10 coches más vendidos de manera continuada desde 2015.
Esta “nueva” generación presentada en 2019 es plenamente continuista a nivel estético y añade muchas mejoras mecánicas y tecnológicas que lo dejan plenamente vigente, con la única pega de que no podremos con contar con la etiqueta ECO en ninguna de sus versiones, por mucho que el nuevo motor tricilíndrico diésel de 1.5 litros y 122CV consiga emisiones de 90g/km y haya ganado una prueba de consumo realizada por Autobild Alemania con un fenomenal registro de 3,15l a los 100.
Los motores son completamente nuevos, pero siguen siendo motores de General Motors, ya que el chasis, que también es el del grupo americano, sólo puede incluir sus mecánicas. Son todos de aluminio, cuentan con una fricción interna muy baja y cumplen con la normativa Euro 6d. En gasolina se incorpora ahora un motor de tres cilindros con 1.2 litros y tres niveles de potencia: 110, 130 y 145 CV. También hay otro motor de gasolina cuatro cilindros 1.4 litros y 145 CV que será el que se asocie al cambio automático CVT, que simula 7 velocidades.
Respecto a la eficiencia de estas mecánicas, dado que el Astra cuenta con una buena aerodinámica y un Cx de 0,26, los gasolina anuncian emisiones desde 99g/km. A nivel de chasis Opel ha mejorado la suspensión, con unos amortiguadores revisados que incrementan la comodidad a bordo, y sigue disponible una suspensión más deportiva. Una dirección precisa conforma un conjunto muy agradable de conducir, con un carácter que lo acerca en comportamiento a una berlina.
En el interior hay un detalle que denota el paso del tiempo y que para muchos será una alegría. Las pantallas táctiles no lo han invadido todo y el Opel Astra mantiene una abundante botonadura para muchas funciones. Ello no quita que lleva una generosa pantalla táctil en el salpicadero, y que el cuadro mezcla de manera muy acertada la digitalización con las agujas analógicas de toda la vida. El espacio disponible es como hemos dicho bueno, y destacan los sillones ergonómicos AGR, sello de identidad de la marca. El maletero, con sus 370 litros, no destaca en ningún sentido.
A nivel de equipamiento no faltan opciones como el sistema de iluminación adaptativa con IntelliLux LED, el control de velocidad de crucero adaptativo que, además, nos indica la distancia que nos precede con el vehículo, la alerta de colisión frontal con frenado automático de emergencia, lector de señales de tráfico, asistencia en el mantenimiento de carril, todo ello gracias a una nueva cámara frontal de alta tecnología que reconoce vehículos y también peatones. Esta cámara, además, ayuda al lector de señales de tráfico a procesar un mayor número de señales.