Stellantis arranca con sus dos grupos dando beneficio a pesar de la pandemia
Tanto PSA Groupe como FCA Automobiles han permitido que los primeros resultados económicos del nuevo gigante de la automoción sean positivos, aunque el recorte en beneficios es del 62%.
El grupo Stellantis, nacido de la fusión entre los conglomerados PSA y Fiat Chrysler Automobiles, ha presentado este miércoles sus primeros resultados tras la unión entre las dos compañías, en los que se pone de manifiesto que tanto PSA (Peugeot, Citroën, Opel y DS) como FCA (Fiat, Chrysler, Jeep, Alfa Romeo, Lancia, Maserati, Abarth, RAM y Dodge) lograron cerrar 2020 con beneficio, pese a los efectos negativos de la crisis sanitaria y económica vinculada con el coronavirus. Eso sí, sumando los beneficios de ambas automovilísticas se quedan alrededor de los 2.200 millones de euros, muy lejos de los más de 5.900 obtenidos en 2019.
Según el consejero delegado de Stellantis, Carlos Tavares, estos resultados económicos, a pesar de que reducen un 62% los beneficios obtenidos por ambas marcas en 2019, ponen de manifiesto la solidez financiera de la compañía, que, en su opinión, "reúne a dos empresas fuertes y sanas. Stellantis empieza bien y con fuerza y se enfoca totalmente en conseguir el conjunto de sinergias esperadas y anunciadas", aseguró.
El Grupo PSA finalizó 2020 con un beneficio neto atribuido de 2.173 millones de euros, lo que representa una disminución del 32% en comparación con los 3.201 millones de euros que ganó en el ejercicio previo, mientras que sus ingresos alcanzaron los 60.734 millones de euros, un 18,7% menos. Sus ventas mundiales cayeron casi un 28 % en 2020 respecto al año anterior, y se situaron en 2,51 millones de unidades.
En el caso del consorcio Fiat Chrysler Automobiles, la empresa logró mantenerse en el terreno de los 'números negros' en 2020, con un beneficio neto de 24 millones de euros, lo que se traduce en una fuerte caída del 99% en la comparativa con los 2.700 millones de euros que ganó un año antes. En el ejercicio pasado, la compañía contabilizó una cifra de negocio de 86.676 millones de euros, lo que representa una disminución del 19,8% si se compara con la facturación del año precedente. Las ventas de vehículos de la firma se situaron en 3,42 millones de unidades, un 22% menos.
Se mantiene el dividendo
Por otro lado, el consejo de administración de Stellantis, según lo recogido en el acuerdo de fusión, ha aprobado el reparto de un dividendo por importe de 1.000 millones de euros entre sus accionistas, una operación que tendrá que ser autorizada en la asamblea general anual del próximo mes de abril. De cara al año actual, el nuevo grupo automovilístico espera registrar un margen operativo corriente entre el 5,5% y el 7,5%, siempre que se registre "una ausencia de todo confinamiento significativo vinculado al Covid-19".
Stellantis ha nombrado a Maurizio Zuares como 'country manager' para España y Portugal, quien reportará directamente al consejero delegado para Europa de Stellantis, Maxime Picat. El directivo se incorporó a la división de automoción de Fiat Group en 1999 y pronto fue asumiendo puestos de responsabilidad en los departamentos de ventas y marketing. Stellantis ha destacado su "perfil internacional", para lo que se le asignó puestos en varios mercados, como presidente de Fiat Auto en Japón, director de ventas internacionales o director gerente para España. También cuenta con experiencia en el mercado francés o en la región de Oriente Próximo.
Con 14 marcas en su cartera, 400.000 empleados repartidos en 130 mercados y fábricas en 30 países, Stellantis se marca como meta lograr a medio plazo 5.000 millones de euros de sinergias, sin el cierre de plantas ni reducciones de plantilla. Su estrategia pasa por inversiones conjuntas y explotar la complementariedad geográfica del conglomerado para afrontar los desafíos del sector, la electrificación de su oferta, confrontada en estos momentos al doble reto de superar la crisis sanitaria y la de penuria de componentes, como los semiconductores. En particular, Stellantis tendrá que hacer frente a su principal punto débil, su implantación en el mercado chino.