Los sindicatos minoritarios ponen en riesgo hasta 2.500 empleos en Ford
La representación de CC.OO. en el comité de empresa de la fábrica de Almussafes rechaza el acuerdo de electrificación negociado por UGT directamente con la matriz europea. Es clave para Ford
Comisiones Obreras se suma así al rechazo avanzado el martes por CGT y STM, con lo que UGT, sindicato mayoritario en el comité de empresa, se queda solo en la defensa del pacto que alcanzó por su cuenta en Colonia (Alemania) con la dirección europea de la multinacional. Un acuerdo clave para garantizar la llegada de la fabricación de modelos eléctricos a la fábrica española y que es la única vía para garantizar su futuro.
Dicho acuerdo es un plan de ajuste a cinco años con el que la factoría valenciana aspira a recibir el encargo de producir los modelos eléctricos de Ford en Europa y garantizar el trabajo de los próximos años, una adjudicación que se disputa con la fábrica alemana de Saarlouis, que ha presentado también su respectiva propuesta.
Tras días de silencio, el sindicato mayoritario dio a conocer este martes, en la comisión negociadora, los detalles del acuerdo de medidas y pidió la unidad del comité y el respaldo del resto de sindicatos.
Según UGT, se trata de "medidas de flexibilidad" y califica como una "contención" de los salarios hasta 2027, con aumentos "para todos y cada uno de los años", pero desvinculados del IPC y no consolidables en tablas. Las medidas están condicionadas a la adjudicación de los modelos eléctricos.
Tras conocer los términos del plan negociado por UGT, los sindicatos STM y CGT criticaron el mismo y lo tacharon de "congelación salarial de cuatro años". Ahora, en la misma línea, CC.OO. ha señalado que no lo firmará tampoco porque lo ve "totalmente desproporcionado con las cifras que maneja sobre rentabilidad y viabilidad de las plantas en cuestión". No tienen los pies en la tierra.
Estos sindicatos parecen olvidarse además que también hay en juego la llegada de una planta de baterías a los terrenos adyacentes a la instalación americana de Almussafes, lo que sería el espaldarazo definitivo para los intereses de Ford y de toda la automoción en España. A partir de 2030, en Europa solo se venderán coches eléctricos y la posibilidad de contar con una 'gigafactoría' de baterías próxima a sus centros de producción supone una gran ventaja competitiva y de optimización de recursos.